👨‍👩‍👧 Capitulo 21 "Final"

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Él sonrió.

— Como tú quieras — me dió un beso en la cabeza — ve a descansar, te hablo cuando llegue la pizza.

No proteste y le hice caso, subí a la habitación para recostarme en la cama, estaba cansada y la espalda me comenzaba a doler, el simple hecho de estar de pié se había vuelto agotador para mí.

Paso cerca de una hora cuando Castiel apareció por la puerta de la habitación con la caja de la pizza y dos bebidas.

— Se que estás cansada así que preferí subir la comida para que no tuvieras que bajar de nuevo.

— Gracias — agradecí con una sonrisa.

Comenzamos a comer sentados sobre la cama, también habíamos puesto una película, pero ni siquiera había sido capaz de terminarla de ver, me quedé dormida a media película mientras Castiel masajeaba mi espalda.

Cuando abrí los ojos me di cuenta de que ya era tarde, incluso Castiel ya estaba dormido, la espalda me dolía mucho más que hace unas horas y necesitaba ir al baño, hice mi mayor esfuerzo por levantarme y al hacerlo lo único que logré fue despertar a Castiel.

— ¿Necesitas ayuda?¿Te sientes bien? — pregunto, adormilado.

— Solo quiero ir al baño, no te preocupes.

Lo vi levantarse para ayudarme a ponerme en pie, cuando comencé a caminar hacia el baño hice una mueca de dolor.

— ¿Te duele algo?

— El dolor de espalda me está matando.

— Ahorita que salgas del baño te hago un masaje si quieres.

Asentí con la cabeza y entre al baño.

Estaba por bajar mi pantalón cuando sentí un dolor en el vientre bajo y un líquido recorrer por mis piernas, estaba segura de que no me había ganado del baño y que probablemente había llegado el momento.

Respiré ondo tratando de tranquilizarme y no entrar en pánico porque si yo entraba en pánico lo más seguro es que Castiel también lo haria, era consciente de lo que estaba sucediendo, salí de el baño lo más tranquila que pude, Castiel estaba sentado en la cama tallandose los ojos.

— Castiel — hablé, suavemente.

El elevó la mirada, seguramente por mi expresión noto que algo sucedía.

— ¿Qué paso? — cuestionó levantándose de la cama.

— Creo que he roto fuente — informe.

— ¿Qué has...? — estaba desconcertado.

— He roto fuente — repetí— la bebé va a nacer.

Se quedó inmóvil.

— ¿Qué? — pregunto de nuevo.

Me controle para no hacerlo reaccionar de mala manera.

— Mira, la bebé no se va a quedar para siempre aquí dentro, tiene que salir y creo llegó el momento.

El parecía estar en shock, estaba inmóvil, habíamos hablado de lo que haríamos cuando llegara el momento del parto incluso lo habíamos ensayado pero Castiel parecía estar en blanco justo ahora.

— Castiel, voy a necesitar de tu ayuda para llegar al hospital, no me gustaría dar a luz aquí.

Comencé a movilizarme al ver qué el parcial no reaccionar, tome las maletas y busque las llaves mientras el me observaba inmóvil, suspiré de alivio cuando por fin lo vi moverse y acercarse a mi.

— ¿Necesitas que te lleve cargando?

— Soy capaz de caminar, solo sube las maletas y vámonos, por favor.

Estando en el carro las contracciones comenzaron a ponerse más fuertes, cerraba los ojos y apretaba la mano en un puño cada que una llegaba, dolía.

— ¿Te está doliendo mucho? ¿Se siente muy feo? — pregunto Castiel.

— No, se siente de maravilla — ironicé.

Él puso una de sus manos sobre mi pierna intentando dar apoyo.

— Ya casi llegamos.

Al llegar Castiel parecía más preocupado que yo, su cara estaba pálida y apenas era capaz de articular palabra, a mi en seguida me llevaron a un cuarto donde comenzaron a checar todos los signos y a prepararme mientras Castiel se había quedado en la recepción llenando algunos documentos.

Unos minutos más tarde estábamos en una habitación esperando a que dilatara un poco más, había pedido que me pusieran la epidural lo cual hizo que las contracciones se volvieran un poco menos dolorosas aún que a decir verdad dolía mucho más de lo que había imaginado.

Cuando llegó el momento nos llevaron a la sala de expulsión, Castiel en ningún momento se despegó de mi, sabía que estaba aterrado pero apesar de eso seguía ahí, sosteniendo mi mano, haciéndose el fuerte.

— Vamos, tu puedes — ánimo Castiel, secando el sudor que bajaba por mi frente.

Y después de una eternidad pujando lo escuché, escuché el fuerte llanto de nuestra bebé, voltee a ver a Castiel el estaba tan asombrado como yo, cuando la enfermera acerco a la bebé y la puso sobre mi pecho no pude evitar llorar.

— Bienvenida al mundo, Aimée Juliette Veilmont — con lágrimas en los ojos Castiel sostuvo la pequeña mano de nuestra hija.

Era como estar en un sueño, después de tanto ella estaba aquí, estábamos ahora los tres juntos.

Unas horas después estaba yo en la habitación sosteniendo a la bebé en brazos mientras la contemplaba enternecida, era preciosa, sus facciones eran finas, era como ver a Castiel con cabello castaño como el mío, sus ojos aunque aún no se los habíamos podido ver bien estaba segura que eran como los de Castiel.

— Es hermosa.

Al escuchar la voz de Castiel levanté la mirada y lo vi, ahí parado con un ramo de flores en las manos y una sonrisa en los labios.

— Te traje algo — puso el ramo de flores sobre la mesita que había en la habitación.

— Gracias — agradecí con una sonrisa.

— Pero eso no es todo, tengo algo más.

Empezó a buscar en la bolsa de su pantalón, yo no le quitaba la mirada tratando de ver qué era lo que buscaba, de repente vi que saco una cajita de terciopelo negro, se puso sobre su rodilla, ahora yo estaba en shock.

— ¿Me darías el honor de ser tu esposo? — abrió lo pequeña cajita en la cuál había un anillo precioso.

Me quedé callada, no sabía que decir, honestamente no lo esperaba y por puro milagro no había soltado a la bebé.

— Si la respuesta es no, solo dilo te prometo que...

— Si — lo interrumpí.

— ¿Si?

— Si

Se levantó y se acerco a la camilla, tomo mi mano y coloco el anillo en mi dedo.

— Por un momento pensé que me dirías que no o te desmayarias, comenzaba a preocuparme.

— Honestamente no esperaba que me propusieras matrimonio en un hospital, acabando de dar a luz.

— Te dije que sería cuando menos te lo esperaras.

— Y lo fue.

Acerco su rostro a el mío y corto la distancia uniendo nuestros labios.

— Te amo.

— Te amo.
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❤️ Fin ❤️

Estúpido Rockero🎸 (COMPLETA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora