Emoción_Capítulo 0

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ARIANA MARTIR

Contoneo mis anchas caderas por todo el salón, estoy un poco apresurada, pero trato que mi rostro parezca tranquilo y con una sonrisa armoniosa, apresuro el paso.

Desde que recibí la noticia que llegaba a la ciudad no pude evitar la emoción que embargo mi cuerpo. Hace cuatro años que no lo veo. Hace cuatro años que se fue a Madrid en representación de la empresa de su padre. El sitio está lleno de personas esperando su llegada pero dudo que alguna este tan excitada por verlo como yo.

A petición de su madre en la compañía le hicimos una gran fiesta de recibimiento, él ama las fiestas. Ama a las personas.
Cuando lo conocí a mis 20 años de edad descubrí que era el chico más agradable, respetuoso, inteligente y atractivo que había conocido en mi corta vida.

Empecé las prácticas en la editorial de su padre y él comenzó a manejar el negocio familiar justo en ese momento. Gracias a su gran belleza y ese aire juvenil que le caracterizaba tenía a todas las mujeres locas por él y yo obviamente no era la excepción. Coincidimos una vez en una reunión y ahí empezamos a hacernos amigos, él me invito a salir un par de veces antes de nuestro primer beso.
Recordar sus labios suaves y húmedos hace que mis bragas se me deshagan.

Empezamos una relación dulce, salía con sus amigos y él con los míos, cenábamos y nos turnábamos para dormir juntos en nuestros apartamentos. Mi madre estaba muy contenta con el chico que había elegido y aunque sus padres no parecían los más felices con la relación no se metían mucho en ello. Todo era color rosa, tenía un novio perfecto y yo me esforzaba por estar a su nivel.

Después de un año y tres meses de pareja emocional su padre decide que lo necesita en Madrid para engrandecer la sucursal de allí y él partió en ese mismo momento. Me sentí terriblemente decepcionada puesto que éramos pareja y él no contó conmigo para tomar una decisión tan definitiva. Luego-después de lágrimas y reproches que le regale- comprendí que siempre se esfuerza por su trabajo y me consolé con el hecho de que volvería e íbamos a estar juntos, como debe de ser.
Nos mantuvimos en contacto a pesar de la distancia, para mi él siempre fue y será lo mejor que he podido encontrar y sé que soy lo mismo para él. Después de cinco meses lejos decidimos terminar nuestra relación. Terminamos por el simple hecho de darnos espacio para pensar en otras posibilidades y quedamos en que volvería a por mí.

Estoy cerca de la tarima montada para dar una presentación, paso mis manos por el vestido azul claro ceñido a mi cintura y un poco más bajo de mis rodillas. La señora French está hablando animadamente con su hermana, ella también esta eufórica por el regreso de su hijo. Viktor French mi ex suegro y presidente de la cadena editorial "The Magical" aparece en mi zona de visión, porta un traje negro completo, elegante como su andar, sus ojos caen en la multitud y sonríe altanero, ese hombre sabe que tiene poder y no se molesta en ocultarlo. Toma una copa que le ha pasado una camarera y con un bolígrafo sacado de su bolsillo pega suavemente para llamar la atención de todos. Supongo que ya sea hora de anunciar la llegada de su primogénito y ese pensamiento hace que me estremezca, no he tenido contacto con él después de terminar y a pesar de que me he enterado de su gran éxito no he buscado más detalles ya que prefiero que me los cuente en persona y vea la emoción en mis ojos.

─Buenas tardes─ saluda Viktor con su voz ronca característica.
─Hace cuatro años mi hijo partió a Madrid con la misión de que la sucursal de ahí sea la mejor del país y después de cuatro años de duro trabajo regresa a su hogar con el mejor sabor de boca y con el deber cumplido.─ transmite con orgullo.
─Así que es un placer presentarle a mi primogénito y nuevo dueño de la cadena editorial "The Magical"─ finaliza su sencillo discurso inicial y todo rompe en aplausos entusiasmados. No tenía ni idea que iba a ocupar el puesto de presidente, un motivo más para estar orgullosa del hombre que se ha formado.
Cuando Viktor señala a un lado de la tarima, sale con galanura el chico por el cual estoy enamorada desde mis veinte años de edad.

RiesgoWhere stories live. Discover now