Han pasado cuatro años y ahora Sol no es la misma, ella se fue a vivir a Italia junto a sus padres y su mejor amiga: Francesca.
Cambiándose el nombre, regresa junto a sus amigas a Argentina debido a un programa de música donde se encontrarán con lo...
POV León Si el Jefe me llega a ver aquí estaré muerto. No puedo creer que haya convencido a Gastón de que lo sacara solamente con decir que era una orden de la Gran Jefa. Supongo que es la magia de ser su cómplice.
Llevo 10 minutos en su habitación y no tengo idea dónde pudo haber guardado esa medallita y ese anillo.
— ¿Qué hacés en mi habitación? —giré a la puerta y lo vi ahí.
León: Yo... —comenzó a reír. Fede— No es gracioso.
Federico: Hubieses visto tu cara —no paraba de reír.
León: ¿Qué hacés aquí?
Federico: Si buscas tú solo jamás lo encontrarás y Solecito se enojará.
León: Es tu gemelo —entró a la habitación y fue al armario. De entre la ropa sacó una caja y de ella dos cajitas.
Federico: Toma —las abrí.
León: El sol y el anillo.
Federico: Si no lo revisa hoy o mañana estoy seguro que se dará cuenta cuando se los vea puestos. Su primer sospecha seré yo —salió de la habitación.
León: Le diré que fui yo.
Federico: No. Después de todo yo te lo di.
León: Pero a mí me dio la orden.
Federico: Es mejor que haya una discusión más entre nosotros a que ustedes lo hagan.
León: No quiero causar más probable entre ustedes.
Federico: No eres tú quien causa los problemas. Guarda eso en tu habitación.
León: Está bien.
Los escondí en mi habitación y saqué mi celular para mandarle el mensaje.
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Guardé mi celular y bajé las escaleras. Justamente cuando llegué al último escalón fue cuando llegaron Gastón y el Jefe.
León: Hola.
Gastón: Hola.
Matteo: ¿Qué hacías? ¿Y los demás?
León: Diego está en su habitación escribiendo. Brodwey en la casa de las chicas. Y Fede ahí.
Federico: Hola —saludó a los dos.
Gastón: Muero de hambre. ¿Cocinas algo León?
León: Vos sabés así que lo hacés vos.
Gastón: Sos el chef principal, cocinás mejor que yo.
León: Estoy cansado.
Matteo: ¿De qué?
León: ¿No puedo estar cansado? —negaron— Seguiré hablando con mi novia.
Me fui a uno de los sillones y me senté. Miré a Fede. Parece tan tranquilo con haberle robado a su propio hermano. No se ve en él ni una pizca de culpa.
