Capitulo I

1K 63 3
                                    

El comienzó de una gran historia

🌟Por qué todas las aventuras comienzan con un si🌟

Primero que nada me presento, mi nombre es ______ Amelia Watson, soy la única hija de el matrimonio de Clarise y Harry Watson.
Otra cosa que deben saber de mi es que fui una de las pocas mujeres de la época que logró estudiar más allá de los 16/17 años, todo gracias a la insistencia de mis padres.
No fue para nada fácil pero en este momento soy doctora y es algo que realmente estoy orgullosa.

Tengo 22 años, pero esta historia comenzó en mis primeros años de vida.

Era como los de cualquier niña británica. Mi padre constantemente yendo a Londres por su trabajo y mi madre, ama de casa y encargada de criarme para ser una señorita y esas tonterías.

Pero digamos que ese no era mi caso.

Mi madre me enseñó miles de cosas, como pelea, ciencias,  literatura, entre otros. No tenia tutor, ella y la señora Holmes eran mis maestras, por lo que pasaba mucho tiempo en casa de los Holmes y de allí conozco a Sherlock.

Al principio era un niño muy extraño pues.. el día que nos conocimos estaba examinando a un ave muerta, lo cual me impresionó y asqueo un poco, pero segun el era para "estudiar su anatomia de forma profunda".

Además de eso, también deducía todo lo que había echo antes de llegar, examinaba cada pequeño detalle que tenía y siempre pero siempre descubría cuando escondía algo, por lo que ni me molestaba en hacerle sorpresas. Ahora que lo pienso siempre fue un tanto acosador..

En fin el con el paso del tiempo se volvió mi mejor amigo y no importo para nada el tener algunos años de diferencia.

Pero aún así teníamos  muchas más cosas en común. Y digamos que no éramos ningunos Santos por lo que cada rato terminábamos regañados por nuestra curiosidad de saber más.

Flashback

-¡Mira_____ por allí hay un sendero!- me señaló un pequeño Sherlock de 10 años mientras caminabamos juntos por el bosque

- Madre dijo que debíamos volver temprano- contesto no muy segura una pequeña ______ de 7 años de edad.

-Imaginate las cosas geniales que podríamos encontrar- chilló el niño.

-Mhh... Esta bien pero si mi madre  pregunta fue tu culpa - dijo no muy segura la pequeña.

-¡Echo!- y con esa siemple palabra ambos salieron corriendo por el sendero sin saber que el peligro que podrían correr ni el regaño que los esperaba cuando regresaran.

●●●●●●●●●●●●●●●●●●●●●●●●●●●●●●●●

- ¡_________ AMELIA WATSON, ¿COMO SE LES OCURRE DESAPARECER ASÍ?!- grito mi madre cuando llegamos al día siguiente, cubiertos de barro, y con la ropa un poco rota.

-Fue mi culpa señora Watson- intento calmarla Sherlock.

-Tu también estás en problemas Sherlock- amenazó la señora Holmes

-No fue solo suya fue mía tambien- dije para que no recaiga solo la culpa en el.

-Es que nos dio curiosidad un sendero y fuimos, luego caímos y....- se detuvo sin saber si decir lo que hallaron en aquel remoto lugar- ¡No era nuestra intención preocuparlas!- Explico mi amigo mirandome dandome a entender que lo que pasó aquel día no debería saberlo nadie más que nosotros.

Obviamente ya sabrán lo que pasó, la señora Holmes se llevó a Sherlock y a mi me castigaron, pero todo había valido la pena por que ese día nació una promesa entre nosotros que pase lo que pase, donde pase y como pase siempre ibamos a volver juntos.

《Que incrédulos eramos》Ojalá las promesas fueran eternas y poder volver a los momentos donde todo estaba bien y nada podría salir mal y si salía mal no era nada que no pudiéramos enfrentar juntos

Y es ahora en este punto de mi vida cuando entendí las palabras de mi madre  "el amor acaba cuando la traición comienza" y eso era lo que pasó...

●●●●●●●●●●●●●●●●●●●●●●●●●●●●●●●●

Y aquí comienza la historia. En este momento me encuentro regresando de Francia a dónde fue mi hogar en la infancia. En el cual viví hasta los 18 años donde vi irse a mi mejor amigo, donde cuide a su pequeña hermana y donde vi morir a mi padre. Y si de algo estaba segura, era que ese lugar era mi luz y mi oscuridad al mismo tiempo...

Baje del gran tren en la pequeña estación, el humo invadía mi campo visual, solo podía observar a las personas a mi alrededor las cuales bajan y subían de la locomotora. Tomé mis pertenencia y comencé a caminar, cuando un pequeño grupo de tres personas llamó mi atención y decidí acercarme

-¿Y tus guantes y sombrero?- pregunto el inconfundible Mycroft Holme ya era todo un hombre de la alta sociedad en imagen y semejanza, con su cabellos bien afeitado y cuidado, su traje impecable al igual que sus zapatos negros brillantes y  con una voz entre dominante y con clase que lo hacían verse como todo un caballero de la sociedad inglesa.

-Guantes no tengo y el sombrero me pica la cabeza- respondió la pequeña Holmes, Enola ella también ya era toda una jovencita, pero seguía con aquel brillo de esa niña traviesa que alguna vez conocí.

-¿No tiene guantes?- pregunto Mycroft a Sherlock- Y allí estaba el,  guapo no había duda, con un traje que le quedaba a la medida con elegancia pero no tanta como su hermano, sin duda los años le habían pegado bien.

-Evidentemente no Mycroft- respondió Sherlock.

-¿¡Esa es mi pequeña!?- dije cuando ya estaba cerca del grupo de hermanos, sin importar el hecho de que los mayores estuvieran allí o interrumpir la reprimenda que le daban a su pequeña hermana

- ¿________?- pregunto Sherlock en tono bajo como si no creyera lo que estaba viendo

-¡______!- grito Enola y corrió a abrazarme, el cual por supuesto recibi gustosamente, pero por consecuencia mis maletas quedaron esparcidas a mis lados.

-¡Te extrañé tanto!- Exclamo Enola Holmes cuando nos separamos

- ¡Yo más pequeña!, ¡Ya estás toda una señorita!- le sonrei a la pequeña que algún día había cuidado mientras nuestras madres hacían sus "asuntos" privados.

-¿Señorita? ¡Para nada!- dijo Mycroft mirando con desaprobación a su hermana menor.

-Que gusto saludarte Mycroft- dije con notable sarcasmo y levantando una ceja en su dirección el se me quedo viendo unos segundo ,pero yo desvié la mirada- Sherlock- sonrei levemente pero volví a prestar atención a Enola

- ¿Que haces aquí?- pregunto Sherlock ayudando a recoger mis maletas

-Mi madre desapareció, la señorita Rose me informó, por lo que tomé el primer tren desde Francia para estar aquí y encontrarla- recogi la última maleta del suelo.

-¿Ustedes?- pregunte dirigiéndome a los mayores.

-Nustra madre también a desaparecido- explico Mycroft

-¿Creen que ambas se fueron juntas?- pregunto Enola.

-Es una posibilidad, pero ahora hay que irnos- Sentencio Sherlock mirando a los lados

-Nos vemos luego- me despedí de los hermanos con un simple asentimiento de cabeza y un rápido abrazo a Enola  y me subí a un carruaje, que me llevaría a casa de mis padres.

La Cuñada De Enola Holmes// Sherlock Holmes y TuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora