Después del verano

1. Primeros encuentros y llamadas

Mi espalda choca contra la superficie de mármol, sintiendo los latidos de un corazón ajeno contra mi pecho. Los ojos verdes del chico están fijos en mí y en mis labios. Mis manos tocan sus pectorales desnudos. Pronto desciende las suyas de mi rostro, hombros hasta mis pechos. 

Luego me besa con esa intensidad que tanto deseo recorre mis venas, abre paso a su lengua y colisiona junto a la mía para aprovechar nuestro momento de libertad. Entre jadeos, posa sus manos en los muslos y me levanta del suelo. Mis piernas rodean sus caderas y siento algo firme entre las suyas. 

—Alexx...

Se me encoge el corazón cuando lo veo sonreír mientras ambos nos estamos besando como por enésima vez en estos quince minutos de espera. Es muy satisfactorio ver a tu novio nuevamente, abrazarlo como si no hubiera un mañana.

Eso fue lo que aprendí en nuestro duro año de relacion a distancia. 

Después de la graduación, vi a Alexx como por dos semanas antes de que volara a Nueva York. Tuvimos muchos momentos para compartir en estos meses sin embargo, jamás se daba la oportunidad de estar a solas. Nunca era posible con papá en casa, mi hermano Carter de visita y Chace con sus instintos de metiche profesional.

Por eso nuestro afán de disfrutar la libertad de la nueva etapa que marcaba este día en mi vida. 

—¿Cómo convenciste a tu padre?—pregunta entre jadeos mientras dejo besos cortos en su cuello aspirando la fragancia de su dulce perfume varonil.

Lo cierto es que fue un poco dificil convencer a Thomas Simons de dejarme mudarme a Nueva Jersey para estudiar en la universidad. Fue con algo de ayuda.

Tiro de su cuerpo al sofá y me siento entre sus piernas desabotonando con desespero la camiseta azul que trae puesta.

—Magg.—suelta una pequeña risa deteniendo mis manos.

Aunque el nivel de confianza entre nosotros es innegable, me avergüenza un poco ansiar esto mas que el. ¿Soy la única que desea cinco minutos de placer del chico que le gusta y que no lo ve desde  hace mas de seis semanas?

—Lo siento, solo quiero que...

Niega con la cabeza.

—¿Bromeas? También quiero esto, es solo que no esperaba esta reacción tan hormonal de mi chica. ¿Estas bien? Debe ser el cambio de clima que te tiene tan afectada.

Ruedo los ojos con una sonrisa suspicaz, el se ríe nuevamente.

—Muy gracioso, esta ciudad te ha convertido en todo un payaso. Ah no, espera...—tapeé mi boca con mis manos fingiendo asombro— así eres tu siempre.

—Auch. Insultos, me encantas mujer.—agarra mi cintura para acercarme a su rostro mientras susurra con voz grave.

Muerdo mi labio inferior por sus ultimas palabras. Con el olvido las molestias. Su aura me transmite paz.

—Respondiendo a tu  anterior pregunta, yo...

—¡Que hay hermano!— chilla una voz conocida obligándonos a sobresaltarnos.

No se como diablos entró, pero de verdad fue muy cauteloso.

Lo siguiente aun lo guardo en mi memoria. El chico de ojos verdes que me tiene en sus piernas se tensa y eleva sus ojos en sorpresa.

—NO.—espeta Alexx empujándome del mueble horrorizado.

Casi reprimo mi sonrisa.

—SI.—responde su adorable hermano como respuesta.—Dale un abrazo a tu  nuevo compañero de apartamento.