¿dónde fuiste?

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¿Vas a volver siempre?

Te besaré en la esquina de la calle donde me sentaba cuando te fuiste por primera vez, donde mi corazón se expandió para dejar todo a un lado y mientras se derrumbaba con cada respiración que tomaba.

Tomaré tu mano en el coche donde me besabas tan fuerte que pensaba que había saboreado sangre, o, quizás, era el sabor de la forma más hermosa de incertidumbre que nos envuelve cada vez que nuestros corazones se acercan.

Te acercaré a mi en la esquina de la librería, donde estábamos entre miles de historias y la nuestra parecía destacar entre todas ellas, esa historia con ya un final trazado para nosotras, mientras fingíamos que podíamos ignorarlo todo.

Te dejaré descansar tu cabeza mientras vemos una película en el centro comercial donde te vi alejarte de mí por primera vez, donde me pediste que no me aferrara más a ti, donde decidiste que yo no valía la pena.

Aunque la gente vuelva a veces.

Tú lo hiciste.

Así que, te dejé besarme de nuevo, esta vez se sentía más suave. No podía saborear la sangre, pero podía saborear todas las palabras que teníamos demasiado miedo de decir la primera vez.

Tus dedos se volvieron a entrelazar con los míos, y, no se sentía como que me estaba aferrando a la vida. Era calmado y encajaba, era asentado, como que estaría allí durante mucho tiempo.

Y me miraste, con esa mirada en tus ojos, como que estabas demasiado asustada pero seguías peleando para ser mía, y yo amaba la manera en la que me acercabas a ti despacio, suave y gentil, como si estuvieras susurrando con tus manos que esta vez te quedarías para siempre.

Tartamudeabas cuando hablabas de cosas que te rompían el corazón, poco a poco, me guiaste mientras apartabas a un lado el miedo que se apoderó de ti al principio, y me hablaste sobre tu padre, después de que yo te conté sobre el mío, dejaste que tus lágrimas cayeran lentamente por primera vez frente a mí.

Me diste tus canciones favoritas y me contaste sobre tus hermanos, sobre tus amigos y sobre tu gran amor por tu madre, y te sostuve cerca cuando apenas podías mirarte a ti misma, mientras me pedías dulcemente que me quedara a tu lado, desde entonces, nunca me he ido.

La gente vuelve a veces, y no todo es siempre negro y blanco, no son solo siempre promesas rotas. La gente vuelve a veces, porque el universo juega a su manera. A veces, el destino necesita tiempo para arreglar el camino, y si fue eso lo que tomó, con gusto lo haría todo de nuevo, con gusto me rompería el corazón para enamorarme aún más.

La gente vuelve a veces.

De todas, me alegra que seas tú.

flowers bloom in the strangest places (español)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora