Jimin es un Omega marcado por un pasado perverso y traumático, solo conoce la soledad y el sufrimiento. Yoongi es un Alfa líder de fuerte carácter y nobles sentimientos, que busca proteger a su manada.
La Diosa Luna los ha destinado, pero ¿será este...
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A Yoongi le fue difícil encontrar un momento del día para hablar con Seokjin, pues el Omega mayor siempre estaba en compañía de Jimin. No fue hasta que la tarde avanzó y los menores se dispusieron a ver una película, que el rubito se acurrucó en un butacón para disfrutar junto a Tae y Kook.
Cuando Jin y Namjoon pensaron en unirse, el pelinegro logró llamar la atención de su hermano y llevarlo hasta el estudio, donde tendrían más privacidad.
—¿Sucedió algo? —preguntó su hermano extrañado mientras Yoongi cerraba la puerta.
—Hay algo de lo que quiero hablarte, Jin Hyung.
Ambos tomaron asiento en el cómodo sofá.
»Seré directo —comenzó el pelinegro—. Mi lobo ha estado un poco raro últimamente. Es como si me volviera más ansioso y posesivo cuando estoy cerca de Jimin. Y ayer… él y yo… pues digamos que…
—¿Usaron protección? —preguntó Jin sin ápice de vergüenza.
—¡¿Qué?! —Yoongi por poco se atraganta—. No hicimos nada de eso, Hyung.
—¿Ah, no?
—N-No. Hicimos… otras cosas…
Y Seokjin nunca pensó que vería a su hermano, el poderoso Alfa Líder de Daegu, sonrojarse; le causó algo de ternura.
—Yoongi-ah, sabes que puedes contarme lo que sea. Soy tu hermano, tu médico y más que nada tu amigo también —indicó el mayor amablemente—. ¿Qué es lo que te preocupa en realidad?
El pelinegro exhaló aire pesadamente, el pecho apretándosele un poco.
—Jimin se comportó más… ávido que de costumbre… más deseoso y dispuesto —confesó el Alfa—. Y no es que no me haya gustado su comportamiento, de hecho… me encantó, pero sentí que lo estaba presionando. Sentí que a través del lazo pude haber influido en que se comportara así tan espontáneo y sumiso conmigo.
Jin pareció cavilar por unos segundos antes de decir lo que tenía en mente.
—¿Sabes cuándo es el próximo celo de Jimin?
Yoongi palideció un poco, lo cual es mucho decir considerando su complexión. Y es que el pelinegro no había considerado esa opción.
»Supongamos que lo tuvo poco antes de que lo encontraras —continuó el gestante—. Ya han pasado casi tres meses…
Era cierto, y encima, explicaría el comportamiento de Jimin.
—No había pensado en eso… —dijo con pesar.
—Escucha, Yoongi-ah. Namjoon me contó lo sucedido y sé que es un tema delicado, pero tienes que hablar con Jimin. —El castaño frunció los labios en un gesto de simpatía—. Si ustedes piensan construir una relación sólida y ser una pareja de verdad, deben superar esto juntos, no hacer de ello un trauma más.
