Jimin es un Omega marcado por un pasado perverso y traumático, solo conoce la soledad y el sufrimiento. Yoongi es un Alfa líder de fuerte carácter y nobles sentimientos, que busca proteger a su manada.
La Diosa Luna los ha destinado, pero ¿será este...
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La fría noche en las calles de Busan sorprendió a Min Yoongi y a sus hombres de confianza con la noticia de que Lee Jooheon se encontraba atendiendo unos asuntos en un club nocturno. Esta era la oportunidad que esperaba Min para atraparlo in fraganti y desmantelar su red de ilegalidades y disturbios.
Ya lo habían intentado otras veces, pero no habían tenido éxito. El Alfa Líder de la gran manada de Daegu estaba a punto de tomar el liderazgo de Busan y no podía darse el lujo de tener resistentes causando estragos y culpando al viejo señor Moon.
El actual líder de Busan, Moon Taeil, de inmediato decidió apoyar a Yoongi y autorizó a la policía de fuerzas especiales a irrumpir en el local con una orden de arresto para todos los involucrados, luego los interrogarían. Todo estaba listo. Sin perder tiempo, Min y sus hombres, junto al grupo de policías asignados por Moon se dirigieron al club.
Desafortunadamente, el lugar estaba vacío; aunque parecía que hacía poco se habían ido.
—¡¡Maldición!! —exclamó Hoseok, mano derecha de Min y su primo además—. Estuvimos tan cerca... ¡Mierda!
—Alguien debió avisarles... —murmuró Jungkook.
Yoongi se mantuvo impasible ante la situación y luego, de la nada, comenzó a reír.
—¿De qué mierda te ríes, Yoongi? —chilló su primo mientras se pasaba la mano por su cabello semi rojizo.
Los demás no se sorprendieron al ver a Hoseok tratar así al líder, era sabido que había confianza entre ellos y que la mayor parte del tiempo se la pasaban discutiendo o bebiendo juntos, siempre había sido así, ya que ninguno tenía pareja oficial.
—¿No te das cuenta, Hoseok? —inquirió el pelinegro todavía mostrando sus encías—. Era demasiado fácil. Llevamos meses detrás de Lee ¿y así de sencillo crees que lo íbamos a encontrar? Somos unos imbéciles.
Hoseok parpadeó un par de veces mientras procesaba la información. Luego suspiró y se encogió de hombros.
—Tienes razón. Terminemos de revisar el lugar por si acaso y regresemos —dijo—. Jungkook, Mark, vengan conmigo; revisaremos el sótano. Jackson, Yugyeom, Taehyung, revisen arriba. Kai, Sehun, quédense con Yoongi. Y Wonho, vigila la entrada.
Las órdenes de Hoseok fueron acatadas sin rechistar, le obedecían como si fuera el propio líder.
Yoongi despidió a los de las fuerzas especiales con una clara disculpa por las molestias causadas y la información equivocada, también le hizo una llamada al líder Moon para explicarle la situación. Solo quedaba esforzarse más y estar más alertas que nunca para conseguir información genuina acerca del paradero de Lee.
Siempre tan cerca y a la vez demasiado lejos de terminar con aquella ola de resistentes que le seguían. Los rumores de lo que sucedería después del retiro de Moon se habían extendido por todo Busan y habían causado descontento en algunos. Unos cuantos se oponían a que Min Yoongi, un Alfa tan joven se convirtiera en el nuevo líder de la manada.
