— Canadá...— volvió a a hablar en un hilo de voz.

Él lloraba sobre el hombro de Ciara mientras acariciaba  su espalda, intentando tranquilizarla.

—Todo está bien— le contestó en un susurro— Estoy bien.

Ella se separó con lentitud, su rostro estaba totalmente mojado por sus lágrimas, posó sus manos en las mejillas de  él y lo observó atentamente a los ojos.

— Por favor dime quién te hizo esto— su  volumen de voz era bajo y dulce, generando serenidad en él, a comparación de los gritos que constantemente recibía— Por favor...— Finn le sonrió de medio lado y negó con la cabeza— ¿No te permite hacerlo? ¿Estás amenazado?— volvió a negar aún con su sonrisa en el rostro, Eric nunca lo había amenazado, pero con sus acciones es como si lo hubiera hecho— ¿Miedo?— una lágrima rodó por la mejilla del muchacho mientras asentía.

Ella tomó una toalla de algodón y limpio su rostro con la mayor suavidad posible para que no le doliera, él hizo lo mismo con el de ella.

— ¿Ya fuiste a un médico?— preguntó mientras pasaba la tela cerca de sus labios, él volvió a negar— Ahora mismo nos vamos a donde uno y no quiero un no como respuesta— dijo totalmente seria, él sonrió por su severidad.

— Como tú digas.

[...]

Finn salió del consultorio número tres, Ciara se levantó de la silla de espera.

— ¿Qué te dijo?— preguntó, un escalofrío recorrió a su espalda, aún no se acostumbraba a verlo así.

— Primero se asombró por verme en el estado que estaba, empezó a preguntarme si alguien lo había ocasionado, mi explicación no lo dejó muy convencido, anotó todo en su computadora, me revisó y ahora me dijo que comprara todo esto— le entregó la hoja de papel que traía en la mano, ella la revisó con detenimiento.

— Antiinflamatorios, analgésicos, antipiréticos, colirio y... ¿Antibiótico?— consultó confundida— ¿Para que un antibiótico?.

— Antibióticos— corrigió Finn— unas son gotas para echarlas dentro de mis hermosos ojitos— ella no pudo evitar sonreír— y las otras son vía oral, para evitar que se forme alguna infección por causa de las heridas abiertas— a Ciara la hizo temblar la forma tan tranquila en que lo dijo, como si fuera algo normal para él estar en ese estado. 

— Bien— musitó— entonces vamos a comprarlas.

Salieron del hospital y se dirigieron a la farmacia más cercana, la cara de la señora que los atendió al ver a Finn no tuvo precio para él, causándole bastante gracia, una gracia que Ciara no compartió.

— Canadá— llamó la chica mientras dejaba su porción de pizza nuevamente en el plato, él levantó la vista— quiero preguntarte algo.

— ¿Desde cuándo me pides permiso para preguntar cualquier cosa?— dijo burlón, ella hizo una mueca.

— No quiero que te ofendas— comentó por lo bajo— ¿Hay algo más que yo no sepa aparte de tu nombre y el monstruo que te deja así?— él se sorprendió un poco, pero igual pensó en qué responder a eso.

Luego de unos minutos en silencio contestó.

— Mi madre murió hace cuatro años— ella trató de tomarlo con total calma posible— yo tenía quince en ese entonces... la extraño muchísimo.

— ¿Era buena?.

— Era la mejor— respondió con una sonrisa melancólica— era cariñosa, comprensiva, paciente, inteligente, responsable, graciosa— suspiró con pesadez— cocinaba delicioso... y lo mejor de todo, es que me amaba y a pesar de que no siempre lo dijera, yo lo sentía, yo sentía que ella me amaba. 

— Suena a que era increíble— opinó Ciara mientras tomaba la mano del chico para acariciarla.

— Me recuerda a ti— contestó casi de inmediato— me recuerda esa curiosidad, su forma de preguntar por todo— la pelinegra soltó una risita— su amabilidad, su forma de preocuparse, su forma de cuidarme... me recuerdas a ella.

Los ojos de Finn comenzaron a ponerse borrosos por las lágrimas que se estaban acumulando.

— ¿Por qué murió?— él soltó una risa por lo bajo mientras sus lágrimas comenzaron a salir, ella acercó uno de sus dedos a su rostro para limpiarlas.

— El monstruo la mató, acabó con ella— soltó bajando la mirada— Fue mi culpa porque yo me interpuse, pero no fui capaz contra su fuerza, no fui capaz de protegerla cuando ya se lo había prometido. Yo rompí mi promesa.

Ciara sorbió la nariz, ahora ella también se encontraba llorando en silencio.

— Canadá— él volvió a ver sus húmedos ojos— ¿El monstruo es tu padre?— un nudo en la garganta de Finn se hizo presente.

Cuando se sintió capaz asintió con vehemencia, Ciara se acercó a él y lo abrazó, el chico comenzó a llorar aún más.

El recuerdo de Mary el día en que su padre la mató no salía de su cabeza.

El ver cómo ella, al igual que él, le rogaba que por favor parara, el ver cómo fue brutalmente golpeada por aquel hombre el cual tenía toda la ventaja, el ver cómo se deshizo de su cuerpo como si fuera un pedazo de basura, el recordar cómo se sintió al saber que no pudo decirle nada a las autoridades solamente por miedo. Y ahora, el cargar con la cruz de no haber hecho nada todos estos años.

 Y ahora, el cargar con la cruz de no haber hecho nada todos estos años

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¿Es normal que haya llorado mientras escribía esto? (':

-bitchxwolfhard

CANADÁ                               [𝐅𝐢𝐧𝐧 𝐖𝐨𝐥𝐟𝐡𝐚𝐫𝐝]Where stories live. Discover now