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Mateo se encontraba en la esquina de la piscina arriconando allí a Darly, quién había pasado sus manos por el cuello de él y sus piernas alrededor de su torso. Él tenía sus manos sujetando sus piernas y mantenía su rostro hundido en el cuello de la morocha, llenándolo de besos y pasión.

Camilo por suerte supo salirse antes, ya que entendió por donde iba todo cuando vio sus roces y acercamientos.
Estaba contento de que Mateo estuviera con esa chica, pues sabía que para él ella era diferente. Y eso es lo importante, que encontremos esa chica o chico que sea para nosotros el especial, no para todos.

Mateo se alejó del cuello de Darly para mirarla a la cara, sonrió suavemente al ver los ojos cerrados de la chica y su frente levemente fruncida.

Cuando vio un amago por parte de ella de abrir los ojos, pegó rápidamente sus labios a los de Darly y comenzó a besarla con ganas, esas que había tenido que guardarse por respeto a ella.

Sus dedos acariciaban ligeramente y de forma sensual sus piernas desnudas. Había una erección formándose entre sus piernas, y más al tenerla ahí con un bikini de dos piezas pequeñas.

No pudo evitarlo y apretó su entrepierna a la de ella, y al escuchar un gemido por parte de ella se animó a moverse un poco.

Sonrió al sentir las piernas de la chica tensarse, soltó un gruñido al sentir los dientes de ella apretar su labio inferior entre ellos.

Las manos del morocho viajaron al trasero de ella para apretarlo y refregar más sus sexos.

—Mateo.. —Gimió ella excitada.

Darly rompería su ley, que consistía en tener su primera vez con alguien que amara.

¿Qué importaba eso? Ella lo deseaba mucho y además le gustaba.

—Nena, quiero hacértelo.. —Dijo Mateo mordiendo su labio excitado.








¿Cómo están hoy, bellas?

Lies & Laws ; TRUENO [✓]Wo Geschichten leben. Entdecke jetzt