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Y tuvo que reunir muchas fuerzas, tuvo que hacerlo, para que tiempo después por fin le hubiera terminado.

Mateo no había salido de su casa en una semana, ni siquiera de su habitación, lo cuál había captado la atención hasta de su propio padre, tanto como para que se levantara del sillón.

Pedro no se levantaba de éste a menos que fuese para orinar.

—Hay pizza, ¿querés? —Dijo su padre entrando a la habitación.

—No me gusta. —Mintió. No tenía apetito.

—¿Querés que organice la casa? —Preguntó el mayor.

—Quisiera que tuvieras los huevos para asumir tu papel de papá. —Dijo antes de darse la vuelta en la cama, dándole a la espalda a la puerta y por ende a su papá.

Sabía que este momento iba a llegar, pero le dolía demasiado, sentía su corazón totalmente encogido.

No había aceptado ni siquiera que lo viera Camilo, era la única persona especial que tenía.

Además de su papá. Es por eso que se sintió mal por lo que le había dicho recién, sabía que su papá también tenía problemas internos, demonios que lo vencían.

—Perdón.. —Susurró sintiendo las lágrimas en sus mejillas.

—Está bien, tenés derecho.. —Dijo su padre antes de salir y cerrar la puerta.

Él no era la víctima, eso está más que claro, al menos no la víctima de la relación.

Sin embargo era víctima de sí mismo, él podía ser su propio antagonista, y cuánto lo hacía sufrir.








me da penita.

Lies & Laws ; TRUENO [✓]Where stories live. Discover now