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Mateo se había tensado cuando la tuvo en frente, como si fuera la primera vez, ella de nuevo lo ponía nervioso, a pesar de que por su lado se encontraba completamente tranquila.

Sin embargo, cuando pasaron los minutos, Mateo se sentía de nuevo como en aquellas tardes en las que tenían charlas interminables, agradables y llenas de risas.

El morocho había ido a la fiesta a divertirse, pero hablar con ella había sido un imprevisto que agradecía mucho.

Y no uno cualquiera, uno que no se imaginó que pasaría.

Cuando Darly besó los labios de Mateo lo desconcertó demasiado, él podía mantenerse alejado de ella, pero no podía no caer cuando ella hacía ese tipo de cosas.

Por lo que sus labios comenzaron a corresponderla y sus manos se pegaron a su cintura para atraerla más a él. La necesitaba con él, quería hacer lo que no hizo antes.

Quería convencerla de quedarse a su lado con sus actos, con sus verdades, ahora él quería regarla para que ella pudiera florecer y brillar con el sol, mientras él era feliz con cuidarla.

Cuando el beso terminó, Mateo la miró a los ojos.

—Te amo. —Dijo, a pesar del tiempo.

Pero eso era lo que sentía, las personas piensan que el amor o el dolor es algo que se genera con el tiempo, como si hubiera algo así establecido por una ley divina, pero no era así, los sentimientos simplemente nacen, y no hay que juzgar a nadie por eso.






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Lies & Laws ; TRUENO [✓]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora