Capítulo VIII

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Yoongi se dirigía a su casa a paso rápido, chocando con la gente que se interponía en su camino.

Había sentido algo extraño cuando Jimin le había dicho que lo quería. No sabia que, pero algo cálido lo había recorrido por dentro y temeroso por lo que pudiera llegar a ser, le había respondido con indiferencia y había puesto de por medio el sexo, provocando la ira del rubio y el posterior desafió.

Ya aprendería ese dobe que a los Min no se los desafiaba a la ligera.

Suspiró.

Todo era mucho mas sencillo hacia unos años cuando eran simplemente amigos y no es que no siguieran siéndolo, pero ahora se habían metido los deseos carnales de por medio.

Y tenía que ser precisamente con su mejor amigo.

-- Que problemático Dios-, ahora hablo como Jaebum, pensó Yoongi.

A lo lejos vio a los inútiles de
Jungkook y Taehyung.

Mmmm les pasaría por la cara que esta vez no habían podido impedir que hiciera suyo al rubito.

Se dirigió hacia ellos con su pose "made in Min soy el Dios del mundo" y una sonrisita arrogante en la cara, cuando ellos lo vieron se pararon y Yoongi paso por entre los dos, empujándolos con los hombros, haciendo que se separan para dejarle paso.

Volvió la cabeza, les dedico su sonrisita arrogante y se marcho a su casa con paso majestuoso.

-Min bastardo - murmuro Jungkook, fulminando al chico moreno que se alejaba.

- Mmm ¿Por qué crees que iba tan sonriente?- pregunto Taehyung -era como si nos estuviera diciendo les he ganado y no pudieron hacer nada?

Una bombillita se encendió en sus cabezas.

-- ¡JIMIN! -dijeron a la vez
Y salieron corriendo en dirección al apartamento del rubio.

Cuando llegaron entraron sin llamar, abriendo la puerta de una patada, por temor a que el Min le hubiese hecho algo grave al rubio y estuviese en peligro de muerte.

Buscaron por todo el apartamento hasta que lo encontraron en su habitación tirado en la cama boca abajo.

- Jimin, ¿dime que estas bien!?. ¿Que coño te ha hecho ese Min bastardo?. ¡Lo mataré!

Jungkook lo había levantado de la cama y ahora lo tenía apretujado contra su pecho, impidiéndole respirar.

- Ahg! Kook , suéltame, no me dejas respirar - pidió Jimin intentando quitarse a su amigo de encima.

Jungkook lo soltó de inmediato y empezó a tocarlo por todas partes para comprobar que no tenía ninguna herida y de paso tocar algunas partes indebidas del rubio.

- ¡Jeon Jungkook deja tus lascivas manos quietecitas o te quedaras sin sexo durante un mes!- lo amenazo Taehyung sentándose en la cama al lado de Jimin, el cual seguía intentando quitarse al pulpo del pelinegro de encima, pero este, ante la amenaza de su novio y sabiendo que este no amenazaba en vano, dejo de manosear al rubio al instante.

No aguantaría un mes sin sexo, necesitaba su dosis cada noche.

Así que se sentó al otro lado de Jimin con las manos metidas en los bolsillos.

- Y¿Que hacén aquí, chicos?- quiso saber el ojiazul recolocándo su ropa.

- Bueno es que nos hemos cruzado con el Min bastardo, el cual iba muy feliz y hemos pensado que tal vez te habría hecho algo - se explico el pelirrojo.

PURA PERVERSIÓNWhere stories live. Discover now