PURA PERVERSIÓN

Capítulo XVI

—  Mierda, creo que me he perdido— decía Jimin al ver que tras quince minutos dando vueltas, no encontraba la puerta que daba al club.

— Y tampoco puedo volver a donde están los chicos, porque tampoco se como regresar. Mierda.

De repente se abrió una de las puertas que había en el pasillo y salio una parejita muy acaramelada. Jimin los reconoció como a una de las desdichadas que habían sido espiadas por Hoseok y el. Seguramente ellos sabrían volver al club.

— Disculpen, es que me he perdido ¿me pueden decir como volver al club, por favor?

— Claro. Puedes venir con nosotros, vamos a regresar ya — respondió la chica sonriendo amablemente.

— Se  los agradezco, porque me he perdido con tanto pasillo — dijo algo avergonzado.

— No te preocupes, es de lo mas comprensible si es la primera vez que estas por esta zona, ha todos no ha pasado alguna vez — dijo el chico —bueno, vamos —  y los tres caminamos por los pasillos.

Izquierda, derecha, izquierda, otra vez derecha. Dios, sino se llega a topar con la parejita, se habría hecho viejo intentando encontrar la puerta que daba al club.

Por fin llegaron, abrieron y se adentraron entre la gente.

—Muchas gracias por guiarme chicos, sino llega a ser por ustedes no salgo de ahí jamás — dijo Jimin agradeciéndoles su ayuda.

— Ha sido un placer —sonrió la chica— bueno nos vemos — y se perdieron por la pista de baile.

Jimin se despidió con la mano. Seria mejor que se fuera a casa, pero antes se pasaría por el servicio, tenía unas ganas locas de hacer  pis y eso que solo se había tomado un copita.

Se abrió paso entre la gente a empujones, había tanta que creía que no llegaría a tiempo y se  haría encima, hasta que por fin diviso la puerta de los baños.

Dio unos cuantos empujones mas y por fin salio de toda aquella aglomeración.

Entro rápido en el servicio y pudo comprobar que estaban súper limpios,  algo bastante raro para ese tipo de club y toda la gente que pasaría por ellos, lo normal es que estuvieran horriblemente sucios.

Y que coño importaba eso, el solo quería orinar, abrió la puerta de uno y entro para aliviarse.

— ¡Ahh que rico!

— Vaya, no sabia que echar una meada fuese tan placentero para ti, dobe.

Jimin  del susto al oír esa voz, soltó un buen chorro fuera de la taza. Se apresuro en acabar, se arreglo los pantalones y salio.

Allí estaba Yoongi, apoyado contra los lavabos con una pose de lo mas sensual, mirándolo con su típica sonrisa made in Min soy el dios del mundo.

Yoongi le hecho un ojeada de arriba abajo. Dios, ese dobe cada día estaba mas apetecible. Apenas se había fijado cuando habían hablado en la barra, ya que estaba demasiado ocupado metiéndose con el y provocándole.

Y después había aparecido su aniki con la maldita noticia de que eran novios y mas tarde se había topado con la dichosa escena que no lograba quitarse de la cabeza.

Pero a saber que mas habían hecho, porque esos dos habían estado cuatro horas en la zona privada. No quería admitirlo, pero se moría de los celos.

Y ahora Jimin aparecía  solo.

Lo estuvo esperando apoyado en la barandilla de arriba, hasta que por fin lo vio aparecer dirigiéndose a los baños. Perfectos para sus planes. No sabia si lo hacia adrede, pero ese dobe no hacia mas que caer en sus brazos una y otra vez.