2. La primera foto

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Después de no lograr dormir casi nada, decidí dejar mi mochila con el equipo preparado desde la madrugada, pero no pensé mucho en lo que iba a usar en el evento.

Hace un poco de viento y el aire se nota húmedo, aunque el clima no se siente frío del todo, descarto la opción de llevar vestido de inmediato. Supongo que debo verme "profesional" para que me tomen en serio y tener el cabello teñido de color zanahoria no va a ayudarme mucho, así que busco en mi armario los jeans menos gastados que tengo y los combino con una camisa manga larga de color blanco, un blazer gris oscuro y unos tenis negros. Me veo al espejo, ¿esto es lo mejor que puedes hacer, Byul? Parece que sí.

El evento comienza a las diez de la mañana y según las instrucciones del hermano de Felix sólo tengo que tomar fotos de sus compañeros y las actividades de sus alumnos hasta que finalice todo.

Estoy emocionada, pero al mismo tiempo me da miedo que llueva porque la cámara que tengo no es impermeable y no creo poder costearme una nueva de momento.

Al salir del edificio noto el cielo nublado y eso me pone alerta.

Necesito desayunar para no sentir mi estómago vacío de nuevo, así que paso por una pequeña cafetería a tomar algo que no hayan calentado en un microondas. Me quedo un rato sentada, viendo a la gente pasar por el ventanal que está en frente de mi y relajo la espalda. Estar de esta manera me recuerda a casa, nunca tuve que hacer la gran cosa cuando vivía con mis padres, y ahora estoy aquí, tratando de ganarme la vida mientras como un sándwich de queso con huevo, preocupándome por cosas cómo el clima y que no hay nada en mi refrigerador, eso me pone un poco ansiosa a veces.

Quiero que esos extraños que pasan por la ventana sean parte de la primera foto que tome hoy, y sin pensarlo una segunda vez, saco mi cámara y la tomo.

Aún falta una hora y media para que el evento empiece, podría decir con mucha seguridad que estoy "lista", sin embargo, mi emoción se mezcla con los nervios y eso me hace temblar. No sé por qué estoy así, normalmente no me pongo de esta manera cuando me piden sacar fotos. Quizá sólo siento que este trabajo es más serio.

Desde que llegué a Seúl me han pedido sacar fotos en cumpleaños o reuniones muy pequeñas, nunca algo tan grande como un festival universitario. Pienso en esto mientras le quito las esquinas a uno de mis sándwiches y el cielo se pone más nublado. No debería darle tantas vueltas a las cosas, pero no puedo evitarlo.

°

Cuando llego faltan veinte minutos para que el festival inicie, saco mi teléfono y le mando un mensaje al hermano de Felix, él me contesta de inmediato diciendo que viene en camino y que lo espere.

Camino por el lugar para buscar un baño sin éxito.

—Disculpe —le digo a la primera persona que pasa en frente de mi—, ¿sabe usted donde están los baños?

El chico me ve como si mi pregunta le sacara de lugar y justo cuando creo que va a contestarme escucho que alguien me grita.

—¡Byul Yi!

Es la voz de Felix.

Me disculpo con el chico al que le había preguntado por los baños con una sonrisa y voy hacia donde están Felix y su familia.

Saco mi cámara y trato de olvidarme sobre el asunto de que necesito orinar con urgencia.

La familia de Felix me ve con dulzura y yo inclino la cabeza en señal de respeto, los padres de Felix me sonríen.

—Buenos días —les digo.

—Buenos días —responden los tres como si se hubieran puesto de acuerdo para sincronizarse.

Y allí es cuando caigo en la cuenta de que falta una persona en este cuadro de saludos incómodos.

—Byul Yi, ellos son mis padres.

—Es un gusto, señores Lee.

—Igualmente, señorita Moon —me dice su padre—. Duri nos ha hablado mucho de usted.

—¿Ah, sí? Nunca lo hubiera esperado de tu parte.

Dirijo mi vista a Felix con una sonrisa y él evita hacer contacto visual conmigo, así que decido ayudarle un poco cambiando el tema de conversación para que no se sienta incómodo.

—Y... ¿tu hermano no está con ustedes?

—Oh, Changmin ya se fue a sentar con sus compañeros de trabajo —me responde apenado—, se nos hizo algo tarde y nos mandó a nosotros a buscarte para llevarte con ellos.

—Ya veo, no se preocupen por eso —respondo casi como si quisiera restarle importancia.

Siento el impulso de reírme, Felix siempre me está regañando por llegar tarde al trabajo y ahora soy yo la que ha llegado con tiempo de sobra, sin embargo, debo aguantarme la carcajada, dudo mucho que a sus padres les hagan gracia nuestras bromas locales, así que levanto la cámara, como diciéndoles que les voy a tomar una foto con gestos y ellos posan sin problemas.

Caminamos hasta donde está el hermano de Felix y el númerito de los saludos comienza de nuevo.

Hay una enorme fila de maestros sentados en frente del auditorio y Changmin me presenta a los que están sentados cerca de él. Me indica lo que tengo que hacer mientras inauguran el evento y yo asiento mientras le digo que desde ese momento ya puede estar más tranquilo.

Les tomo una foto a él y a los compañeros que me acaba de presentar, luego dirijo la cámara hacia adelante y veo a la gente que supongo es "importante" parada en el escenario.

El ruido de las cámaras de los otros fotógrafos me marea.

Por otro lado, el rector de la universidad comienza un discurso larguísimo sobre la importancia del evento y lo agradecido que está con la gente por ayudar y asistir, le saco un par de fotos sin pararme a reflexionar nada sobre sus palabras, más personas suben a decir cosas y les sigo sacando fotos hasta que llaman a uno de los maestros a pasar en frente y la chica que está sentada a unos cuatro lugares de donde yo estoy sacando fotos se pone de pie.

Lleva un vestido recto de color azul marino muy bonito y una gabardina beige. Bajo la cámara, olvidando por completo que debo sacarle una foto y la veo, casi sin querer.

Ella camina decidida hasta llegar a las gradas, pero sus tacones le hacen una mala jugada y pierde el equilibro por unos segundos, se ríe (de una manera muy curiosa), y dos de las personas "importantes" se apresuran para ayudarle. La toman de los brazos y ella le regala una sonrisa al público mientras levanta una de sus manos para indicar que está bien.

Los alumnos estallan en risas y aplausos, pero no de una forma que indique que se burlan de ella, más bien diría que ese tipo de situaciones son eventos comunes que se prestan para una enorme broma local entre ellos. Yo sonrío instintivamente.

Le pasan un micrófono y ella se ríe de nuevo.

—Lo siento por eso —es lo primero que dice y se inclina en señal de respeto, más risitas se escuchan entre el público.

—Damas y caballeros, los dejo con la licenciada Kim Yong Sun, nuestra maestra favorita de historia y encargada del departamento cultural —dice el rector, la gente vuelve a aplaudir y la saluda animada.

Ella comienza a hablar sobre cosas que se deslizan por mis oídos y cuando indica que ha terminado es cuando recuerdo que debo tomarle una foto. Me apresuro a sacarla antes de que baje del escenario, ella le vuelve a dedicar otra sonrisa al público mientras el flash de mi cámara se dispara.

se durmieron las estrellas | moonsunWhere stories live. Discover now