Solo quédate a mi lado

𝐶𝑎𝑝𝑖́𝑡𝑢𝑙𝑜 1

Todos los que se encontraban afuera me miraban de mala manera, tal vez porque les estaba robando su valioso tiempo.

–Es un hermoso día ¿No lo creen? – comenté intentando sonreír. 

No escuche ninguna respuesta, lo cual me incomodo, estuvimos como 10 minutos afuera de la oficina cuando la directora nos invitó a pasar.

*𝑫𝒆𝒏𝒕𝒓𝒐 𝒅𝒆 𝒍𝒂 𝒅𝒊𝒓𝒆𝒄𝒄𝒊𝒐́𝒏*

La directora parecía estar pensativa, dirigió su mirada hacia mí he intentó sonreír – bienvenida T/N.

Estaba muy emocionada, corría hacia ella y la abrasé - ¡Gracias, muchas gracias!

–Sí, claro...- La directora intentó apartarme de ella -... podrías alejarte de mí, por favor.

Me aleje de ella con una sonrisa, creí que tendría que llenar muchos papeles y hacer un examen de entrada, pero no fue así.

–Bueno, luego hablamos con más tiempo, creo que algunos de los profesores prefieren ya ir a sus clases –. Los profesores presentes no podían ni ocultar su aburrimiento – T/N serás ingresada a la clase "C", te sugiero que asistas hoy, estamos iniciando ya la semana.

Me dirigí hacia la salida, mientras algunos profesores de alejaban a sus aulas, estaba segura de iniciar algo nuevo, puse el pie izquierdo fuera de la dirección, recordé que no conocía nada de esta nueva escuela, además de que encontrar la dirección fue muy difícil para mí, me di la vuelta para preguntar a la directora sobre mi nuevo salón, pero la puerta estaba cerrada, intenté buscar a alguien que estuviera cerca.

-Todos ya se fueron. – dijo un señor que se encargaba de la limpieza de la escuela, el cual carecía de cabello, e intentaba ocultarlo con una boina.

Si todos se habían retirado, significaba que las clases habían iniciado también.

–¡oye mocosa! – gritó el profesor al que conocí al inicio. – Acompáñame, No querrás que te ponga falta en tu primer día de clases.

Me sentía ofendida, no era ninguna niña, pero no deseaba llevarme mal con un profesor, así que lo seguí. Su vestimenta era algo diferente a la de los demás, no era elegante, eran algo relajado y suelto, además que su cabello era despeinado y tenía un mechón blanco.

– ¿profesor...– No recordaba su nombre –...Hugo? 

- no necesitas saber mi nombre, si tus notas son malas tal vez repruebes rápidamente así que no necesito saber mucho de ti y tu menos de mí.

Intenté ignorarlo, pero el extraño mechón blanco era llamativo, no era normal que una persona tuviera todo el cabello negro, pero solo una pequeña parte de color blanco, tal vez su apariencia me engañaba, y no era tan joven como parecía.

–¿Qué te pasa? ¿Por qué no dejas de verme?

–¿Usted...- No quería preguntar eso, pero la curiosidad me invadió -... es un hombre mayor de edad?

–Solo lo diré una vez... – Dirigió su mirada hacia mí –... soy más joven de lo que aparento –. Abrió la puerta del salón rápidamente.

–Buenos días alumnos. – dijo entrando con un tono fuerte – ¿Otro año en el infierno?, Espero que estén infelices – Dirigió su mirada hacia mi invitándome a entrar – Bueno hay una nueva alumna la cual fue trasferida a este salón.

Ingresé al salón, después me di la vuelta hacia adelante, donde de nuevo lo pude ver, era el chico de cabello negro.

–¡Bienvenida! –grito la chica que conocí al inicio con una enorme sonrisa, mientras saltaba de su asiento.