I'll be there for you [Ruel Van Dijk ]

La Mejor Semana De Mi Vida

CAMILA

—Me llevas a casa?— Él asintió y me ayudó a bajar de ahí.

Me abrió la puerta de el coche amablemente. —Gracias.— Le sonreí.

—Espero te haya gustado, se que no es un tour, pero este es mi lugar favorito.— Dijo mientras se colocaba el cinturón de seguridad.

—Me encantó, fué hermoso.— En ese momento sonó mi celular.

------------------Conversación.

—¿Hola? ¿Papá?

—¿Dónde estás?— Preguntó tranquilamente.

—En la costa con Vincent. Ya vamos para casa.— Le informé.

—De acuerdo, ¿cenaste algo?

—No papá.— Vincent me veía con curiosidad.

—Cena algo antes de venir a casa.— Él estaba notablemente de mal humor.

—Está bien.— Rodé los ojos

—Adios.— Colgué.

---------------------------------------------------------------

—Era mi papá.— Informé. —¿Crees poder pasar a cenar?.

Él cambió de dirección. —Por su puesto, conozco un lugar que hace un excelente paste de carne.

—está bien.— Reí un poco al ver que el EN VERDAD tenía hambre.

Llegamos a el restaurante y nos sentamos en una mesa de hasta al fondo. Tomé la carta y pedí el "grandioso" pastel de carne. Un mesero se acercó a pedir nuestra orden.

M:— Oh, señor Van Dijk, es un gusto tenerlo aquí.— Vincent puso mala cara al oir "SEÑOR"

R:— Por favor, dígame— El mesero lo interrumpió.

M:— Oh si, Ruel, lo siento. ¿Qué le puedo traer?— Y comenzó a pedir nuestra orden.

Espera. "¿Ruel? ¿Quién es Ruel?" pensé. El mesero se retiró con nuestras órdenes.

—Conque Ruel eh..Te trató como el rey de Inglaterra— Coloqué mis codos sobre la mesa y recargué mi barbilla en mis manos. Le miré desafidamente.

Rió algo nervioso.—Es mi primer nombre—

—Ya veo.

La cena estuvo increíble, era delicioso ese pastel de carne, Ruel, (al parecer su primer nombre) intentó pagar la cuenta pero me negué, luego el se negó y así... Al final el pagó lo suyo y yo lo mio. Llegamos a la unidad habitacional de casas y me dejó enfrente de mi calle serrada.

—Gracias "Ruel" me gustó bastante la salida.— Le miré con la cabeza casi en 90°, seguía siendo excesivamente alto.

—De nada señorita Camila. ¿Mañana nos vemos?—Preguntó con emoción y asentí, me despedí de él y llegué a casa.

Vi a mi madre y mi padre don una taza de café conversando.

—¡Hola! ¿Cómo les fué en su primer día?— Les di un beso en la mejilla a cada uno.

—Bien, gracias nena, y ¿a tí?— Preguntó mi madre.

—Bastante bien mamá, tengo un amigo, ¡Y ama el sushi como yo!— Dije contenta y reí un poco.

—Eso nos alegra...—Contestó mi papá.

Me despedí y me fuí a dormir.

La mayor parte de esa semana estuve saliendo con Ruel, reímos, jugamos y me ayudó con mi patineta, nunca me había divertido tanto en un lugar, y realmente amaba esa sensación.