Hera

Capítulo 11

Besar.

Juntar tus labios con los de la otra persona en un movimiento sincronizado, parece un simple toque entre dos bocas, pasar un poco de saliva, puede ir mucho más allá que tan solo eso. Depende del contexto y la persona, un beso puede transmitirte sentimientos hilados en él. Puede ser sumamente agresivo o sumamente delicado, puede parecer que la otra persona quiere arrancarte el corazón o puedes sentir que quiere acariciar tu alma.

El primer beso de Beth había sido en la primaria con un compañero suyo que para nada le gustaba, es más, encontraba a ese niño repulsivo. Sin embargo, era un reto que tenía cumplir, no fue nada más que un simple roce que jamás olvidó por mas que intentara, a fin de cuentas ese había sido su primer beso, inocente e infantil. Cuando estuvo en la preparatoria, conoció a Katrina, oh su primer "verdadero" amor. Beth revoloteaba alrededor de esa jovencita con quién tuvo su primer beso real, aquel donde conoció la deliciosa sensación de una lengua rozando la otra. Ese beso le gustó muchísimo más, ¿Sería por lo mucho que le gustaba Katrina? O, ¿La razón sería que Katrina sí tenia experiencia besando? No lo sabe. Lamentablemente, Katrina no estaba muy contenta con la idea de andar con una chica, ella no podía imaginarse de la mano de una.

Katrina la botó por un chico.

Y entonces, Beth se arrepintió enormemente de haberla besado. Que desperdicio. La lista solo fue aumentando, tantas chicas, tantas bocas que pudo probar hasta ahora que esta conociendo los labios de Hera, cuyos labios saben a total inexperiencia y sin embargo, no es un beso malo.

Hera solo había besado a una persona en su vida: Al monstruo quién le dijo que solo las personas que se amaban se besaban, besar significaba querer. Mintió. Si hubiera sido así, no le hubiera hecho daño.

Hera pensó que jamás volvería a querer a alguien y por lo tanto, jamás besaría a nadie.

Pero ahí estaba dejándose guiar por Beth quien tenía el completo control de la situación, después de haber probado el veneno, Beth era el elixir de la salvación. Hera recordaba los besos como algo muy, muy, muy malo, algo que la dejaba sintiendo nauseas al final. Pero esta vez, esto le brindaba nada más que calidez, tanta que no pudo evitar protestar una vez que se separaron.

Tardó un poco en abrir los ojos encontrándose con la chica que acababa de aturdirla.

La expresión que hizo Hera cuando sus sentidos volvieron a conectarse, hizo que Beth pensara por un segundo en Katrina, lo ultimo que quería era que Hera se arrepintiera.

— Hera, no hicimos nada malo.

— Yo sé que no.

Beth se sintió aliviada por ello.

— No te alejes, por favor, — rogó. — Iremos despacio, lo prometo.

— Tú eres quien querrá alejarse de mí.

Beth la sostuvo firme por la barbilla, — ¿Por qué querría eso?

Hera se mordió el labio, ese beso la había dejado en un estado tan vulnerable que ahora incluso sentía la necesidad de decirle a Beth la verdad, todo. Debía saberlo si realmente quería estar con ella como decía.

— Maté a una persona. — Suelta. Beth se queda inmutable pero su mano toma su distancia del rostro de Hera. — H-había un hombre que abusó de mí, él.. me hacía cosas malas, Beth, cosas por las cuales nadie debería pasar, cosas que no le deseó ni a mi peor enemigo, no se lo deseó a nadie. El que alguien profane tu cuerpo y alma, es algo de lo que no te recuperas. Yo estaba harta de él y sabía que no me dejaría hasta... matarme, quizás... Era él o yo...

Beth lo entiende absolutamente todo, a pesar de que Hera no es tan clara o precisa, entiende todo. Sus manos son llevadas a su boca donde cubren un sollozo que deja escapar, el solo imaginarse a una Hera tan pequeña... siendo atrapada por una bestia. Siendo consumida por oscuridad, ¿Qué tanto tuvo que pasar para que su única salida fuera... deshacerse de él?

La escena de la canción, aquel ataque que tuvo, la golpea, ¿Tan dañada está?

De repente Beth se siente mal, tan mal, ¿Cómo la besó así? Tan abrupta, sin permiso alguno, ¿Qué tal si Hera se sintió atacada? Oh, Beth era tan tonta, ¿Y si la hirió?

— ¿Por qué estas llorando? — Hera por primera vez, rompe la barrera que ella misma pone entre las personas para limpiar las lagrimas agrias que caen sobre las mejillas de Beth.

— Lo siento tanto, Hera, lo siento tanto. — Se repite arrojándose a sus brazos. — Quizá si te hubiera conocido en ese entonces, yo hubiera..

Hera la silencia, — No lo sientas, el hubiera no existe, Beth. Está bien, me conociste en el momento correcto.

— ¿Ya que sufriste todo eso? — Solloza con más fuerza. — No lo merecías, nadie lo merece..

— Shh, está bien. No importa que tanto él me persiga, sé que ya no puede hacerme daño.

— Maldito bastardo, me alegro tanto de que se encuentra bajo tierra ahora. — Se levanta limpiándose por sí sola su cara para mirar a Hera directo a los ojos. — Hera.

— ¿Sí?

No puede expresarlo en palabras por lo que la besa de nuevo. Hera confirma como un beso puede decir mas que mil palabras, los labios de Beth saben un poco agrios debido a las lagrimas pero aún así se sienten dulces para su corazón que se llena poco a poco de ella, pedazo a pedazo, Beth le deja en claro que ella la cuidará. Beth está transmitiéndole seguridad, cosa que Hera no conocía y que se siente... demasiado bien para ser verdad.

Quisiera quedarse en ese momento, así, solo ellas dos.

No quiere ir a casa y que acabe.

Pero no vive sola.

— Será mejor que me vaya. — Corta la cercanía.

Beth suspira, — Te llevaré.

Y si, lo hace. La deja en la puerta de su casa donde le roba un beso más, uno que sabe a despedida, a un "Hasta luego".

— Te veo mañana.

— Que descanses.

— Beth, ¿Seguirás queriendo estar conmigo mañana?

Siente un pinchazo ante la pregunta pero más le duele la inseguridad ocultas en ella, — Sí, Hera.

— Okay.

— ¿Tú no te avergonzaras de lo que pasó y evitarás mi mirada mañana?

Hera sonríe, — No, Beth.

— Okay.

Y así, se despiden. Hera no puede borrar su sonrisita ni mientras se ducha, ni mientras se coloca el pijama, ni siquiera mientras devora su cena. Cuando su cabeza se recuesta contra su esponjosa almohada, en la oscuridad de la noche rodeándola mientras se prepara para dormir, su sonrisa sigue totalmente intacta. Hera no lo sabe pero brilla tan bonito en ese momento, resplandece tanto por dentro como por fuera, eso es el amor.

Se pregunta como habría sido su vida si no hubiera pasado por lo que pasó, quizá se hubiera enamorado entonces de alguien más. No conociera a Beth ni tampoco conociera su hoyuelo, ni su risa, ni la forma en que se sonroja, no conociera la forma en que puede llegar a besar, no conociera su cafetería ni tampoco a Bram, no conociera al grandulón de Ray tampoco.

Se perdiera de tanto que pensar en eso la hace sentir triste. Inmediatamente elimina todo pensamiento malo, no quiere que su sonrisa sea borrada. Al menos no por esa noche.

Quiere dormir con la imagen de Beth resonándole en la cabeza.

Aún cuando pensar en ella le acelera el corazón y la deja sin aliento, le gusta eso.

Se queda dormida después de un largo rato.