Mala Suerte

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Una de las ventajas de vivir en el campo, es que no necesariamente son lugares llenos de contaminación, Japón era un país que ama la preservación del medio ambiente, la cantidad de pueblos y parques nacionales lo demuestran. Eran las 8 de la mañana, todo el equipo del Karasuno se levantaron para su regreso al gimnasio municipal Sendai. La última vez que fueron, perdieron contra el Aoba Josai, una derrota jodidamente frustrante que les costó una final.

Los últimos en llegar a donde estaba el autobús eran los de segundo, liderados por Ennoshita. Los primeros que llegaron fueron los de tercero, y Yachi, durante varios minutos se estuvo impacientando más de lo normal, no sabía por qué, quizás quería que llegarán sus amigos de primer año. Su alivio se hizo presente cuando llegó Hinata en su bicicleta, Kageyama llegaría caminando con una caja de leche, Tsukishima y Yamaguchi llegarían poco después.

— Hola chicos- Dijo Takeda

— Buenos días profesor- Dijeron los estudiantes miembros del equipo.

— Bien, ya hemos entrenado lo suficiente, ahora lo que sigue es darlo todo en este torneo y clasificar a las nacionales, y recuerden, aún si perdemos... Piensen en que lo dimos todo para conseguir una meta, ¿Entendido?- Dijo Takeda en un discurso inspirador.

— Si- Dijeron todos.

— Bien, ahora entren al autobús- Dijo Ukai señalando la entrada del autobús.

— ¡YA VOY!- Dijo Hinata corriendo al autobús.

— ¡QUE NO, QUE YO VOY PRIMERO!- Dijo Kageyama corriendo detrás de él.

Ambos peleaban por entrar al autobús, como si se estuvieran peleando por la última bebida en el desierto, Daichi resolvió esto tomándolos de la camiseta y metiendolos al autobús de una vez. Luego seguía el turno de las managers, Yachi y Kiyoko, ellas estaban por subir, pero Tanaka y Nishinoya optaron por poner sus chaquetas en el suelo, más por la pelinegra de lentes que por la rubia.

— Para ti, Kiyoko- Decía Tanaka haciendo una reverencia.

— No queremos que se ensucien tus pies- Dijo Nishinoya en la misma posición.

— ¿En serio?, ¿Solo para Kiyoko?- Dijo Yamaguchi un poco desganado.

— Oh sí, y para Yachi también- Dijeron los dos simps.

— Oh... Gra-gracias- Dijo Yachi un tanto sonrojada, más por la acción de Yamaguchi que por la de Tanaka y Noya, sin más que agregar ella subió al autobús.

Ella volteó a ver a Yamaguchi por un segundo y siguió su camino, manteniendo el sonrojo. Trataban solo a Kiyoko como a una reina, se sentía un tanto desplazada, siempre vió a su compañera manager como alguien más hermosa que ella, pero gracias a Yamaguchi la trataron como una reina, se podría decir que el pecoso fue el que provocó esa sensación de sentirse más especial y relevante para los jugadores del equipo.

En tanto Yamaguchi estaba en shock, no sabía que Tanaka y Nishinoya estaban escuchando, tampoco que había dicho lo que dijo en voz alta, ahora seguramente iba a incomodar a Yachi, pero por su reacción, no creía que iba a tener problemas con su amiga rubia. Tsukishima lo miro, le dedicó una sonrisa picarona y le dió codazos.

— Eh, Tsukki, ¿Qué haces?- Dijo Yamaguchi confundido, a lo que Tsukishima solo subió y bajo las cejas dos veces.

Sugawara se unió a los codazos con la misma cara, lo mismo con Tanaka, Nishinoya y por alguna razón, Asahi, quien era el que menos se esperaba hacer este tipo de cosas, con lo puro que es. Yamaguchi estaba en una invasión de codazos, no sabía por qué, las cosas se ponían raras en la mañana.

El Mismo Camino (YamaYachi)[Haikyuu!]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora