Prólogo.

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Los Ángeles no era tan bonito si te lo mirabas del punto de vista de Sarah Brooks: trabajar de camarera en Johns de lunes hasta el viernes, de las diez de la mañana hasta las cuatro de la tarde. Y no solo eso, también trabajaba en el turno de noche de ''solo sábados'' desde las once hasta la una y media. Conclusión: acababa el día agotada, destrozada, y con ganas de dormir y no despertar en tres o cuatro días. Pero... estaba Allison. Y estaba Christina. Mis compañeras de piso, ¡señores! Las dos enigmáticas, éticas y astutas All y Chris. Volver del trabajo con ganas de meterme en la cama y descansar suponía un gran problema para ellas, que se pasaban el día en las discotecas más populares de L.A. Me encantaba salir de fiesta con esas dos dementes, vale, pero teniendo en cuenta que llevaba más de tres horas de pie... digamos qué minimizaba mis ganas de tener una noche loca a su lado. Realmente quería ponerme un vestido corto, maquillarme, alisarme el pelo e ir con ellas, pero la mayoría de las veces me quedaba en casa, agotada, durmiendo o comiendo un helado de stracciatella en el sofá mientras veía una de esas comedias románticas de la televisón. Creo que me había tragado ya todas las películas más cursis del Universo en tan solo una semana. Cambiaré directamente de tema y voy a deciros porque elegí "Los Ángeles". Veréys, L.A. siempre me ha llamado la atención por sus rascacielos, su história, su gente o sus geniales universidades. Pero estaba en el sur de América del Norte y esa fue la principal razón por la cual elegí ir allí, más las otras que nombré antes. Todo eso tiene una explicación: antes iba en el instituto en California, Tuclumne. Entonces, Tuclumne está al centro de América del Norte, e aburrimos esa zona totalmente con mis anteriores mejores amigas(llamadas Judy y Ana). En nuestra graduación, hicimos una apuesta, y allí, nuestras vidas cambiaron exageradamente(en mi caso, para bien). Cada una iba en una universidad en el sur de un continente. Ellas, con sus padres trabajando en bancos y empresas de gran popularidad, se fueron en América del Sur(Judy) y Europa(Ana). Ya sabéys a que me refiero con lo de nombrar los trabajos de sus padres: les sobraba el dinero. Yo me quedé aquí, en América del Norte. Teníamos que explorar el sur del continente, e ir a una universidad del sur. Y el año siguiente, en una universidad del norte. Yo el año que viene, en teoría, tal y como había planeado, iba a ir en Tehama, a una preciosa universidad llamada "Questin Blooks". Pero todo cambió en cuanto me ofrecieron el trabajo para camarera, y me quedé en Los Ángeles, junto mis dos (actualmente) mejores amigas: All y Chris. Era el segundo año que estaba en esta ciudad llena de misterio, pasión, locura. Y no me disgustaba, es más, creo que me encantaba. Creo que esta era mi etapa de la vida en la que me acordaría en mis ochenta y ocho años. Hay personas que dividen tú vida en antes y después de conocerlas: esas eran All y Chris. Y Scott Dehaan, por cierto, un monísimo chico moreno con los ojos marrones que sacaba las mejores calificaciones de Hemphris State School(la universidad más conocida, privada, y no hace falta nombrar cara, en L.A.). Volviendo al tema de antes, Judy y Ana ahora mismo se encontraban en una universidad en el norte de cada uno de sus continentes, explorando y estudiando. Yo me quedé en el sur más de la cuenta, pero el año que viene, iba a dejar atrás mi vida aquí, incluyendo a mis amigos, e iba a explorar el norte (Tehama, como os dije antes). Menos de 365 días e iba a salir de Los Ángeles para coger un vuelo e irme hasta Tehama. Eso significaba qué: tenía que aprovechar y estar con All, Scott y Chris el máximo tiempo posible. Salir a divertirme siempre que pueda(casi nunca, pero haría un esfuerzo), y... último objetivo antes de volver a viajar hasta Tehama: atreverme a hablar con él. O, como última, exquisita e bendecida posibilidad: tener una cita con él.

El norte, el sur, y la brújula ©Where stories live. Discover now