Hongjoong y Eunji fueron unos de los jugadores de azar más profesionales de corea del sur durante toda su vida, además de ser buscados en algunos países por personas de bastante poder y que con el tiempo terminaron perteneciendo en élites rivales. Pero antes de estar donde están ahora debieron pasar por dificultades propias en su adolescencia. Y más por el hecho de que en muchas partes de corea era ilegal apostar.
Eunji debido a que parte de su vida se vio en situaciones de necesidad, comenzó a estudiar en secreto el arte de los juegos de azar, era terrible con los números pero con el tiempo logró dominarlos, logrando así ser rápida e inteligente a la hora de apostar. Pronto pasó de apostar con sus amigos vecinos por ropa o juguetes a apostar por dinero en casinos, al final y como siempre, ganaba limpiamente.
Por medio de esto fue la primera vez de Eunji en donde se metió en problemas solo por ser justa. Un grupo de mafiosos quisieron jugarle sucio pensando que era tonta y no sabía lo que hacía por ser una niña, pero al final se llevaron un sorpresa. Les ganó en un partida de poker, dos veces. De alguna forma pensaron que ella les había hecho trampa pero no fue así jugó limpio hasta el final.
Intentaron atacarla pero ella escapó de inmediato, después de eso fue buscada por estos tipos durante mucho tiempo, ella aún no se sentía segura de donde pisaba. Hongjoong tuvo un caso similar, pero en vez de atacarlo, él los convenció de querer añadirlo a su club.
Hongjoong obtuvo la inspiración de su tío, era bueno para ganar mediante trampas pero él sabía que nunca era la mejor manera de hacer las cosas y aprendió por su propia cuenta a no jugar sucio. Ambos sufrían algunas derrotas al pasar sus vidas, pero eso no los detenía y no quitaba los rumores de ser los mejores.
Pronto ambos chicos ya se habían convertido en rivales, a Eunji la contrató un jefe de banda bastante agradable mientras que a Hong le tocó uno cascarrabias pero era bien pagado.
Años después, el jefe de Eunji había dado con la élite rival, élite a la cual pertenecía Hongjoong, además, eran los mismos tipos que una vez intentaron atacar a la chica. Mientras los espiaban a través de binoculares desde un hotel a un par de metros de ellos, Eunji notó aquel singular muchacho, no más de 1.70, cabello castaño claro, prendas realmente caras y una particular nariz puntiaguda.
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―¿Así que es él..? ―pregunta el jefe.
―Así es.. ―confirma Eunji titubeando.
―Que no te engañe esa cara bonita, es más habilidoso de lo que crees, pero tu lo eres más.
Estos, planeaban reunirse en ese mismo momento para una revancha de poker. ―¿Estas lista? ―Eunji asiente segura. ―Eunji, su jefe y montón de guardias detrás fueron al casino, y como no se esperaban, el anfitrión del podio Hongjoong estaba esperando por ellos. La banda de Eunji no tenía idea.
