BTS (+18) One Shots

Daddy (Kim Seokjin)

Me encontraba sentada frente a ese hombre tan imponente.
Mantenía mis manos sobre la mesa golpeando mis dedos levemente con nerviosismo.

— ¿Sabes lo que estoy pidiendo? ¿Crees ser capaz de soportar? – preguntó con una voz muy prepotente –

— necesito el dinero – dije rápidamente y él sonrió ampliamente –

— no le daré mí dinero a cualquiera, mujeres fáciles hay por doquier – se levantó y abrí mis ojos a tope –

— soportare todo, lo juro – dije rápidamente y me miró con desdén –

— ¿Todo? – preguntó con arrogancia y me puse de pie –

— todo, incluso que me insulte, puede decirme puta, zorra, prostituta, fácil, lo que sea – la desesperación me estaba matando – por favor señor Kim, necesito el dinero – supliqué y sonrió ampliamente –

— te daré una oportunidad, si no me sirves te despido – asenti con una sonrisa enorme y él miró su reloj de mano – mañana a las seis pasaran por ti, te llegará un mensaje con mis reglas a seguir – dió media vuelta y se fue –

Suspiré pesadamente y salí de esa cafetería, camine las pocas cuadras hasta el departamento de mí hermano y al llegar subí las escaleras rápidamente.

— ¡¿Que quieres que haga?! ¡es mí hermana! – oí los gritos de Jungkook y me quedé parada en la puerta –

— ¡Lleva seis meses aquí! ¡Ya no la soporto! – gritó mí cuñada y apreté mis puños con fuerza –

— deja de insistir, no se irá – me adentre y ambos se quedaron en silencio –

— Jungkook tengo que hablar contigo – dije intentando sonar firme –

— ¿Sobre que? Si es por la cuota hospitalaria, ya conseguiré el dinero, tranquila – me abrazó y suspiré sabiendo que mentía –

— conseguí empleo, es con cama así que me iré mañana – dije rápidamente y él frunció el ceño –

— ¡Que bien! Ya era hora – dijo mí cuñada y la fulmine con la mirada –

— no te metas Ye-riel – antes de que vuelvan a pelear los interrumpí –

— no peleen más, mañana me iré y se acabó, que descansen – subí las escaleras corriendo y me adentre a mí cuarto –

Busque unos bolsos y guarde toda mí ropa, algunas cosas personales y pertenencias que aprecio mucho.

Mí celular sonó y lo tome rápidamente.
Cómo esperaba era un mensaje del señor Kim.

Reglas a seguir:

-no traer cosas personales, ni ropa.
-no contarle a nadie sobre mí persona.
-obedecerme en absoluto.
-jamas contradecirme.
-jamas gritarme.
-no contarme cosas tuyas personales.
-Por último y más importante: Siempre llámame daddy.

Si rompes una regla recibirás tu castigo.

Terminé de leer y sentí escalofríos en todo mí cuerpo.
¿En serio acabo de aceptar esto?
¿Que clase de persona pide algo así?
Kim Seokjin, él era así.

— maldita necesidad – susurre y cerré mis ojos para dormir otra noche sin comer para que nadie me saque en cara las cosas –

A las cinco de la mañana me encontraba terminando de vestirme, un vestido que llegaba a mis rodillas con volado y escote sutil.
Tacos medianamente altos, mí cabello suelto y peinado.