Own You [Kookmin Au] 📘

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En cuanto el auto ridículamente caro del CEO fue aparcado frente a la puerta del elegante salón donde tenía lugar la fiesta de la empresa, todas las miradas se dirigieron a ellos.

Todas las personas que se encontraban en la puerta observaban como el CEO Jeon Jungkook bajaba de su auto y era escoltado por uno de sus guardaespaldas, al que rápidamente se le sumaron cuatro personas más.

En cuanto cruzaron la puerta de entrada, aún con los ojos de todos encima, Namjoon y Hoseok se quedaron cada uno a un lado de la puerta fingiendo profesionalismo.

Jungkook seguía caminando como si estuviese en una puta pasarela con Jimin a su lado. Y cuándo más o menos se encontraban en la mitad del salón, Sun y Jin se separaron de ellos dirigiéndose cada uno a una esquina del gran lugar.

Jimin en ningún momento se separo de Jungkook. Se comportaba como si fuese la sombra del CEO observando a cada uno de los invitados que clavaban los ojos en su jefe. Buscaba cualquier indicio de una actitud sospechosa.

Y entonces, sus ojos se fijaron en esos tres hombres que por algún motivo le resultaban demasiado conocidos. Tres hombres que estaban en la otra esquina del salón de fiesta pero aún así tenían sus ojos clavados en Jungkook mientras comían como si no lo hubiesen hecho en años. Y eso a Jimin le pareció demasiado normal.

Y es que seamos honestos, si el no estuviese trabajando también estaría tragando como animal justo ahora.

─Ya estoy aburrido─Dijo Jungkook causando que Jimin retenga un risa para no romper su papel de guardaespalda serio.

─¿No tenes que saludar a algún socio o algo? JiEun te esta mirando feo─Le pregunto el rubio observando como su jefe dirigía su mirada a la Vicepresidente de la empresa.

Y efectivamente. Ahí estaba Lee Ji Eun. Mirando a Jungkook como quien mira a la persona que se comió la ultima rebanada de pizza. Si. Con todo ese odio.

Y entonces Jungkook lo recordó. Tenía que saludar a todos los CEO'S de las empresas que están bajo su marca y además a los accionistas. Quería llorar.

─Bueno vamos nomas─Pronuncio el CEO resignado tirando su cabello hacía atrás.

De pronto Jimin quería que su jefe le diera como a cajón que no cierra.

Con eso en mente se dedico a seguir al CEO y si lo veías creías que estaba pensando en pisar flores pero no. El estaba pensando en ser azotado por su jefe.

Esta fuerte el asunto.

Pero el reconocer un rostro demasiado familiar lo hizo volver al mundo real de una cachetada.

¿Qué mierda hacía ahí el viejo decrépito que quiere casar a su hija con Jungkook?

Todo el semblante de Jimin había cambiado. Ya no parecía estar pensando en pisar flores. Ahora parecía estar pensando en patear arboles con toda la furia. Todo un monstruo.

─Traje a mi hija a la fiesta, señor Jeon

Las palabras del viejo choto ese causaban que un tik nervioso se hiciera presente en el ojo de Jimin. Aaaah estaba enojado.

─Espero que disfruten la fiesta, me temo que no voy a poder hablar con ella. Mi prometido se pondría celoso.

Bien ahora estaba completamente sonrojado. No podía hablar enserio. Ellos no estaban comprometidos. Claro que Jimin nunca en su vida habría creído que su jefe se tomaría completamente enserio la propuesta que le había hecho en ese bar más turbio que el agua de una sanja, a las cinco de la madrugada mientras ambos estában tan borrachos que flashearon boda.