009

4.3K 433 89
                                    

Luego de dejar la casa de Luke cuando él había dejado de llorar y se había sentido lo suficientemente bien como para regresar con Julie y los chicos, se habían encontrado con la grata sorpresa de que Julie and the Phantoms volvía a ser una banda y que Julie los había perdonado. A Amelie le sonaba todo medio raro, pero no dijo nada.

Y cuando habían acabado de ensayar Finally Free para esa noche se decidió a buscar a su padre por todo Los Ángeles, rindiéndose una hora después cuando no dio con el ni en donde había sido su casa, el cementerio, los lugares donde recordaba que frecuentaba en los 90, o incluso el Hollywood Ghost Club, pero fue imposible encontrarlo. Quería pensar que estaba bien, después de todo ¿qué podía pasarle a alguien que ya estaba muerto? Suponía que nada.

Esperaba que nada.

La noche había llegado y con ella los nervios de su primer concierto real en veinticinco años se había apoderado de tanto Amelie como los chicos, quienes no paraban de hablar de lo asombroso que iba a ser por fin tocar frente a un público un poco mejor que los estudiantes de una secundaria. Y cuando la hora de irse llegó los cuatro entraron a la habitación de Julie sin siquiera llamar.

Amelie fue primera y se tiró junto a la chica en su cama. Al verla para nada preparada para el concierto se desconcertó un poco.

—¿Piensas ir así? Digo, no está mal, cada quien viste lo que la hace sentir cómoda pero... —Amelie se detuvo y la señaló—. Estas de pajamas Jules.

—No puedo ir, estoy castigada.

—Si, esa no es una excusa —le dijo Luke.

—Lo es si no puedo salir de casa. Mi tía está abajo, si siquiera me ve fuera de mi habitación estoy muerta.

—¿Pensabas salir por la puerta principal? —preguntó Amelie y se levantó de la cama para acercarse a la ventana y abrirla—. Si caminas por el techo y bajas por el árbol no debería de pasarte nada.

—No suenas muy convencida.

—Eso es porque se rompió una pierna haciendo eso una vez —dijo Reggie.

—Eso me inspira poca confianza.

—Estarás bien —le aseguró Luke y empujó una hoja de la ventana.

Julie no parecía segura de que fuese a funcionar, pero les prometió que los vería en el club y la banda le tomó la palabra, desapareciendo en el aire y apareciendo en medio de un salón repleto de gente, entre los que se encontraban importantes agentes publicitarios, celebridades, y bandas de adolescentes desesperados por una oportunidad.

Amelie no pudo evitar reírse, ellos eran adolescentes muertos buscando un sueño entre un montón más en vida, ¿hasta que punto era eso justo para los demás? No lo sabía, ni tampoco quería pensarlo mucho. Sunset Curve –Julie and the Phantoms, se recordó– merecían una segunda oportunidad más que nadie en esa habitación, iban a ser leyendas y todo les fue arrebatado por una estupida decisión.

Ahora era momento de demostrar lo que valían sin importarle los demás, era su tiempo de brillar.

Pero antes de que ellos pudieran enseñar todo el potencial que tenían, alguien más decidió enseñar que Julie and the Phantoms no eran los únicos con capacidad de triunfo. Ni bien Julie llegó, el grupo de la hija de Trevor Wilson se subió al escenario y comenzó a cantar una canción que las identificaba un montón. Llegado el estribillo una agradable sorpresa hace que los fantasmas y Julie comenzaran a disfrutar un poco más del show, y es que Alex se había subido a bailar con ellas.

—¡Eso! —gritó Amelie y luego silbó, lo que solo logró alimentar aún más el ego del rubio.

Amelie bailó en su lugar y se ganó miradas y risas de tanto Luke como Reggie y Julie. La chica insistió al primero a que bailara con ella y aceptó a regañadientes, ganándose un corto beso como recompensa el cual sólo logró ensancharle la sonrisa de idiota que se le formaba cuando miraba a Amelie hacer cualquier cosa.

 ✓ SECOND CHANCES ━ julie and the phantoms auWhere stories live. Discover now