《4》

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El tiempo había pasado volando como las aves en invierno, siendo así ya una semana de aquella cena con su familia y que también se había encerrado en su habitación en la cual sólo Lina y su nana tenían acceso, Rachelle había venido unas veces pero al ver que no tenía respuestas dejo de venir y de sus demás familiares ya sabía que no se inmutarian por ella.

Esos días encerrada la ayudaron a su paz mental a que todos los recuerdos de su vida como Roseanne se acomodaran, pero aún no había descubierto que pasó para que ella volviera aquí, pero de algo estaba segura era que su vida en Corea del Sur no era un sueño.

Las personas usualmente sólo recuerdan un vago fragmento de sus sueños y un tiempo después lo olvidaban en cambio ella podía recordar absolutamente todo hasta se acordaba de los sentimientos de cada una de esas vivencias, pero en lo que descubría como volver cambiaría el rumbo de su vida como Rosé, está vez no se permitiría caminar por el camino de la muerte.

Debido a que recuperó sus recuerdos pudo darse cuenta que volvió a cuando tenía diecisiete años cuando aún no era una villana completamente pero si ya había hecho ciertas cosas que la habían hecho quedar con una mala reputación todo debido a sus celos, ella podía ser perfecta en todos los aspectos de una señorita pero una vez veía que Rachelle se ganaba todo por lo que estaba luchando todo su autocontrol se iba.

Y eso lo podía comprobar muy bien con todos los recuerdos que le llegaron a la mente estos días, el más reciente fue el motivo de su castigo.

Rachelle y ella habían ido a visitar el Palacio Imperial por una fiesta de té que había organizado la emperatriz y al termino de la fiesta estaban bajando por las escaleras y ella estúpidamente decidió lanzarse para posteriormente culpar a Rachelle, pero el plan no salió como quiso y terminó involucrando a su nana la cual en su lugar recibió cincuenta latigazos.

"Cuando pensaba que mi forma de ser de antes no podía ser más estúpida"

Se sentía tan enfadada con su antiguo yo que nisiquiera se valoraba sólo por tratar tan desesperadamente de recibir atención, que no se ponía a prestar atención a sus actos tan descuidados,que se involucraba con personas que ella creía que si la amaban pero al momento de decidir su muerte ni se inmutaron en tratar de ayudarla.

Pero ese error ya no lo volvería a cometer porque ella ya no es la antigua Roseanne ella tiene los conocimientos de este mundo y los de Lee Yang-mi que adquirió en Corea y los usaría a su beneficio para sobrevivir. Y ya tenía una lista de las cosas que debía hacer.

                 Lista de pendientes
-Alejarme de la familia y el ducado Park.
-No molestar a Rachelle.
-Terminar mi compromiso con el Príncipe heredero y alejarme de la familia imperial.
-No ser la emperatriz.
-Terminar mi amistad con el segundo príncipe.
-Volverme independiente.

Si por algún motivo esto de su regreso es permanente debía alejarse de todas las amenazas que la orillaron en el pasado a su muerte.

"Aunque realmente quisiera volver"

Si seguía esa lista sin duda su ruta de vida será completamente diferente pero aún así no debería confiarse demasiado, una vez ella cambie algo eso afectará la trama original así que debía estar atenta a que ningún cambio la perjudique.

---Así que mientras tú estás relajada aquí en tu habitación, Rechelle está llorando en la suya---lo dijo con enfado una profunda voz.

Y de las sombras salía un apuesto albino de fríos ojos grises que se acercaba a ella.

"De que hablas y por qué rayos estás aquí"

---Saludos a Sir Máximo---hizo una reverencia.

Máximo Park genio espadachín y segundo hijo del Duque Park y la primera duquesa y su hermano.

---Deja esas estúpidas formalidades que no te quedan y dime que demonios le hiciste a Rachelle---escupió con rabia Máximo.

"Estás loco o qué"

Sinceramente no entendía que estaba pasando y porque Máximo venía entrando en su habitación a reclamarle por algo que ella no tenía la menor idea.

---No sé de que me estas hablando yo no le he hecho nada--respondió con simpleza.

Pero antes de que siquiera pudiera esperar una respuesta sintió como su cara era fuertemente volteada hacia un lado y comenzará a sentir un ardor en su mejilla derecha.

---Enserio crees que te creería esa mentira---la miro con ira en sus ojos---Sin duda lo que tienes de bonita también lo tienes de estúpida.

Instintivamente se llevó una mano a su mejilla mientras que con la otra apretaba fuertemente su vestido.

"Con que derecho vienes a insultarme y atreverte a golpearme"

Aún mantenía su rostro volteado pero lentamente lo levantó y clavo su inexpresiva mirada hacia él.

"Y pensar que en el pasado me humille tan tontamente por tú cariño, pero está vez no será así"

---Sir Máximo con que derecho viene a inrrumpir en la habitación de una dama a estás horas acusarla de algo sin pruebas y atreverse a golpearla---lo dijo con indiferencia sin apartar la mirada de sus ojos.

En el pasado jamás se hubiera atrevido a contestarle o siquiera mirarlo mal pero está vez era diferente, ella ya no tenía ninguna expectativa de que el la amaría porque todos esos sentimientos murieron el día que su cabeza rodo.

Esa acción tomó por sorpresa al albino conociendo a su tonta hermana hace rato ya iba a estar postrada a sus pies llorando y suplicando porque la perdone, pero no dejaría que ella note que esa respuesta lo tomó por sorpresa.

"Interesante, veamos hasta dónde llegas"

Antes que siquiera pudiera responderle la joven lo sorprendió aún más.

---Si eso era todo se puede retirar, ya es muy tarde y estoy muy cansada---lo dijo tan tranquila Rosé mientras se acostaba en su cama dándole la espalda.

---Enserio eres una molestia---dijo fastidiado Máximo mietras que de un portazo salía de aquella habitación.

Lentamente se sentó en aquella enorme cama y se permitió soltar todo el aire que había guardado, pero la tranquilidad no le duro mucho ya que un fuerte golpe rompió esa paz.





《Está vez no buscaré el amor》Where stories live. Discover now