•XV•

100 17 0
                                    

—No pierdes el tiempo —La voz de Lucas hizo su corazón palpitar fuerte, se alejó del cuerpo de Xander y maldijo en voz baja de forma que los hombres que la veían sonrieran levemente.

—Permiso —Habló y caminó un poco lejos de los dos pero logró escuchar como Lucas le decía jefe a Xander, no lo podía creer, ¿lo había traicionado?

Lo podía creer de cualquiera menos de él, ¿por qué? Ni siquiera ella misma lo sabía, algo estaba por pasar y tenía que preparar su mente para ello, no es que fuese importante muñeca en su vida, para nada.

—Oye Vyolet —Su amiga miró a sus ojos.

—¿Que sucede? —Caminó hasta ella.

—¿A qué hora pasarás por mi? —Una sonrisa se deslizó por los labios de la chica, se sentía emocionada por el hecho de que le dijo que sí por primera vez en tanto tiempo. Habían pasado muchos días en los que Lizzie se sentía miserable y aunque no lo decía se notaba.

Se había alejado mucho más de su familia, de su hermana, de la chica que decía ser su amiga y del hombre que aunque no era inocente de todos sus pecados, que era un criminal y, sobre todo un hombre cruel se había alejado de ella. Se había quedado sola pero Vyolet estaba para ella.

Pasaron dos meses en los que ella no quería siquiera respirar pero se había quedado atrás todo eso, la chica no había dado un cambio drástico en su vida pero su actitud era un poco más fuerte.

—Iré temprano, nos iremos en mi auto, ¿qué te parece? Así pasamos por tu ropa y iremos directamente a tu casa. —Asintió

—Está perfecto así, ¿que opinas de ir con el vestido que compramos la última vez que fuimos de compras? —Dijo energética.

—¡Eso está perfecto! Podemos hacer que tu... —La chica detuvo sus palabras y la miró achinando sus ojos —Espera un momento... ¡Estás muy energética!

—Yo pues... —Miró a los libros tras la chica a su frente y no siguió tratando de decir nada al respecto.

—¿Quieres ver a Myke, verdad? —Ella caminó lejos de esta y habló.

—De alguna manera pero para por favor —La voz de ella bajó, tímida, sumisa, como si de una chica asustada se tratara. Sintió en ese momento Vyolet que la antigua Elizabeth estaba de vuelta, ¿era Myke el problema?

—Está bien —Sonrió. Junto a Lizzie vió como Xander y Lucas salían en ese momento y agregó —¿Sabes como se llama el chico que salió primero? Creo que lo sabes, hablaste con él y te besaste con el de atrás.

La boca de Elizabeth se abrió en un círculo y dijo —: Es peligroso, no trates de engancharte con él.

—Myke también es peligroso —El hecho de que esas palabras salieran de sus labios la sacó de contexto.

—Eso es diferente.

—¡Upsi! —Y tras aquellas palabras salió del local.

Las horas de trabajo habían pasado de forma un poco pesadas y el cansancio sobre el cuerpo de Elizabeth era notorio, se iba a arrepentir de ir a la fiesta en ese bar pero tampoco quería dejar plantada a Vyolet.

—¿Nos vamos? —Sus ojos chocaron y se recostó sobre su pie derecho dejando caer su peso en el.

—Estoy muy cansada —La chica le dió la espalda, tomó el bolso de Elizabeth junto a sus demás pertenencias y caminó hasta ella.

—Vamos —Ella bufó.

—Bien.

•⚡️•

—Estos tacones van de maravilla con ese vestido que llevas —Lizzie asintió y suspiró.

—Sí, pero ¿no crees que es demasiado? —Vyolet puso los ojos en blanco.

—Claro que no. Eso es insuficiente, aún te falta el maquillaje. —Alejó su cuerpo del de ella.

—No, prefiero estar natural, ¿podríamos irnos ya?  —Una sonrisa nerviosa se dibujó sobre los labios de ambas, en los de Lizzie una nerviosa y en los de Vyolet perversa.

—Toma tus cosas, vamos.

Sus cuerpos estaban perfectamente diseñados por vestidos cortos, uno era rojo pasión y otro negro como la noche. El cuerpo de Elizabeth se destacaba un poco más sobre ese vestido, ella se sentía cómoda consigo misma y pensamientos como —«Esto no me luce, está mal, me veo horrible» ni por accidente estaban en su cabeza. Se sentía hermosa y estaba lista para ver a Myke, ¿la razón? El saber si él estaba bien, si estaba siendo traicionado por Lucas. Aquella chica no era nadie para preocuparse por él pero, de alguna manera quería hacérselo saber.

Nunca se sintió suya, ella no era un objeto, un trofeo y mucho menos un nuevo auto que exhibir. Si en algún momento se sintió suya fueron por cosas mínimas que pudieron pasar pero, ni eso. Myke era un hombre que pensaba que todo lo que pisara su territorio era suyo. Ella lo llegó a ser en un momento, tenía que reconocer que la había salvado de las personas que la golpearon gracias a Connie. Aquella chica había desaparecido de su vida de forma repentina y aunque lo agradecía la preocupaba.

—Llegamos Lizzie, es hora de ver a Myke ¿lista? —Asintió dudosa.

—No es algo del otro mundo.

—Tu cuerpo no dice eso —La chica notó en ese entonces que estaba temblando ligeramente y el pequeño escalofrío que subió desde sus pies hasta tus manos hizo que se estremeciera de forma más notoria.

—Yo creo que deberíamos quedarnos aquí, ¿no crees? Jeje —Nerviosa, ¿así estaba ahora?

—Mueve ese trasero que tienes y sal del auto, dijiste que por algo querías ver a Myke ¿no? Sal. —Maldijo mentalmente.

«Han pasado sesenta días en los que no estuviese cerca de aquel chico, estuviste lejos de todo lo que se refería a él, ¿por qué dudas ahora? No es tiempo para eso. Sal del auto y encuéntralo, míralo a los ojos y pregúntale cómo está»—Pensó

En algo tenía razón, su actitud ya no era tan débil, tenía el poder de decir no, de mirarlo a los ojos.

Suspiró y salió junto a Vyolet del auto, ambas estaban dispuestas a lo que sea esa noche, ella de alguna forma sentía que eso era una fobia, un miedo, todo era muy extraño a pesar de todo. ¡Dios mío estaba confundida!

—Elizabeth —La voz del chico tras ella hizo que se acercara más a su amiga.

—Hola Lucas, ¿como te vá? —Había aparecido tras ella, ¿le espiaba o qué?

—No tan bien como tú —La repasó y agregó —Pero sigo respirando.

La chica ignoró aquel comentario y, prácticamente dejó a su amiga hablando con él y entró al lugar. La música estaba fuerte y las personas se restregaban las unas con las otras, no se sorprendió pero recordó todo lo que pasó en los días en que Myke quiso que ella fuese suya.

No me sueltes.©Where stories live. Discover now