- Quiero que juegues un poco, ¿vale? Siéntate ahí – le señaló el alféizar de una ventana con la barbilla-. Una pierna subida y la otra medio colgando.

- ¿Bien? – preguntó Natalia, que tiraba de la corbata y le dedicaba una mirada cargada de intensidad, acorde a lo que le había pedido.

- Espera – los ayudantes se acercaron a retocar maquillaje y peluquería, Alba suspiró, deseando que desaparecieran-. Ya está bien así, gracias, chicas.

Maldita cláusula.

Alba se acercó para retocar ella misma la postura de la morena. Con la cámara colgada al cuello, le acomodó la camisa y le robó las puntas de la corbata de los dedos.

Un pequeño tirón hizo que la distancia se redujera sustancialmente entre las dos, sin esperarlo.

Las dos se saltaron un latido.

Peligro.

Alba probaba diferentes largos y Natalia no pudo evitar perderse en su perfecta cara de concentración.

¿Cómo puede ser tan guapa y tan cabrona a la vez?

- Déjala así, ¿vale? – murmuró la rubia, Natalia ni la escuchó, solo siguió el movimiento de sus labios.

Alba se dio cuenta y buscó sus ojos, tan intensos como siempre.

La fotógrafa se perdió en ellos unos segundos, no mucho más de lo socialmente aceptable.

- ¿Seguimos? – le propuso, sonriente, dispuesta a pasar por alto ese desliz.

Esta vez no voy a aprovecharme de su debilidad.

Ya no soy esa hija de puta. O lo soy un poco menos.

- Claro, claro – desvió la mirada la modelo, para concentrarse y volver a posar.

Alba siguió retratándola, disfrutando como una niña pequeña al capturar todo lo que aquella mujer transmitía.

Definitivamente, Calvin Klein no había podido elegir mejor representante de ese estilo unisex  que tan maravillosamente bien vestía.

- Vamos a hacer unos primeros planos.

Natalia negó con la cabeza, poniendo los ojos en blanco.

¿Para qué los querrá?

- ¿No te parece bien? – alzó una ceja la rubia, bajando la cámara.

- No entiendo para qué los haces. Los de Victoria, por ejemplo, no salieron nunca a la luz. Ni uno. Un misterio, ¿no? – inquirió, pensativa.

Son de uso personal, morena mía.

Morena tuya de qué, Alba.

- Un misterio – se encogió de hombros, sin dar más explicaciones-. Retocamos maquillaje, por favor.

Tras la intervención de los profesionales, la fotógrafa se sumergió de nuevo en la modelo, tratando de encuadrar sus rasgos perfectos, su mirada profunda, su boca entreabierta.

Se acercó a retocarle la postura, girándole levemente la cara con el dedo índice. Y se recreó, sin querer.

Esta mujer a veces es como un imán.

- Última ronda. Dámelo todo – la fulminó con la mirada.

Natalia lo hizo.

Vaya si lo hizo.

Comiéndose la cámara con los ojos y disfrutando de la respiración descompasada de la fotógrafa, inevitablemente hipnotizada por la modelo.

¿Soy yo o me está desnudando con la mirada?

Es como una sesión de Rayos X.

La morena se abrió la camisa y tiró de la corbata, jugando con la tela mientras la miraba intensamente.

La fotógrafa suspiraba y se mordía el labio. Dejándose llevar por lo que transmitía la modelo, capturando su imagen poderosa.

Exudaba personalidad. Y eso a Alba le parecía tremendamente interesante.

Y excitante, si se atrevía a dejar que su mente lo pusiera en palabras.

Además, con esa corbata se pueden atar cosas.

Alba negó con la cabeza para borrar ese pensamiento, junto con una imagen poco decorosa que se le había cruzado.

¿En qué coño estás pensando?

Céntrate, joder. Limítate a hacerle fotos.

- ¿Alba? – la llamó Natalia al ver que se había quedado en su mundo.

- ¿Qué? – pestañeó la aludida, saliendo de su embobamiento.

Repasó una vez más aquello que captaba a través del objetivo de su cámara.

Tragó saliva.

- ¿Seguimos? - habló Natalia.

Necesito salir de aquí y pensar con claridad.

- En realidad, ya estamos. Hemos terminado, ¿vale? Muchas gracias.

- ¿Gracias por? – frunció el ceño la morena, extrañada.

Creo que es la primera vez que escucho esa palabra de su boca.

- Por no cerrarte en banda y hacérmelo fácil.

- Es mi trabajo. Al final va a resultar que sí que soy profesional – se encogió de hombros Natalia.

desnudArte | AlbaliaWhere stories live. Discover now