capítulo veintidós

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West Hollywood, Los Ángeles,
California 1988.

-¿Acaso me estas escuchando?

-¿Qué? Oh, si claro.- Kevin alzó una ceja.

-¿Que dije?- rodee los ojos - ¿Qué te sucede?

-Extraño a Duff.- hice una mueca algo triste.

-Oh linda... ¿Pero cuanto hace que no lo ves?

-Una semana, se que es poco tiempo pero lo extraño. Y no podía ir con el a su concierto en Seattle por el trabajo.

-Ánimo nena, será poco tiempo ya verás.- sonrió y acarició mi mano. Tomé de ésta y la apreté con cariño para después dirigir mi vista al reloj.

-Iré a prepararme, te veo luego Kev.- besé su frente y me bajé del taburete para ir a mi camerino.

Mis ánimos son bajos, pero aún así eso no haría que defraude a la clientela, ni a Jim. Me vestí un poco diferente, y aun asi utilizando portaligas, porque se que a Duff le encantan aunque el no me verá esta noche. Maquillé un poco mi rostro, perfumé mi cuello y coloqué mis tacones altos.

Una vez lista, a paso relajado me dirigí hacia la parte principal del club para dar mi set.

Silbidos y aplausos reinan en el lugar, y como siempre bajé por la parte delantera de la tarima a agradecer. Entre toda esta multitud a lo lejos vi a Nikki, quien me miraba con una sonrisa mientras se acercaba a mi. Extendió sus brazos para abrazarme, una vez cerca me abrazó pero levantándome del suelo y comenzando a dar vueltas.

-¡Me vas a marear!- grité y reí mientras el hacia lo mismo.

-Te extrañé.- dijo una vez me bajó nuevamente al suelo.

-¡Yo a ti! ¿Cómo recibió la gente la nueva canción?

-De maravilla, a todo el mundo le gustó. "Kickstar my heart".- guiñó un ojo.

-Es increíble, me alegra mucho.- sonreí.

-¿Vamos con los demás?- señaló la mesa del fondo. Asentí y éste rodeó mis hombros con su brazo. Mientras que íbamos hacia la mesa, pude ver a alguien quien llamó mi atención. Era Duff, y nos miraba fijamente. ¡El había regresado!

-Ya estoy con ustedes Nikki.- aparté su brazo y rápidamente me acerqué a mi pareja - ¡Regresaste! Te extrañé tanto.- lo abracé por la cintura, pero el no correspondió mi abrazo. Un poco extrañada me alejé de él - ¿Qué sucede?

-Vamos afuera.- ordenó con expresión sería dándose la vuelta para caminar directo a la salida. Ya en mi sistema sentía una presentimiento malo.

-Duff... ¿Qué sucede?- pregunté una vez afuera.

-Quiero que dejes de trabajar aquí.- lo miré atónita.

-¿Qué? Es una broma, ¿Verdad?- reí algo nerviosa.

-¿Me ves cara de que me estoy riendo?- respondió seco y cortante.

-¿Y porque quieres que deje el único trabajo que me sacó adelante?- pregunté empezando a elevar la voz.

-No soporto ver como los hombres te miran tanto y te dicen tantas obscenidades. Y se ve que disfrutaste mis días de ausencia aquí.- le dió una calada a su cigarrillo.

𝑪𝒐𝒏𝒔𝒆𝒏𝒕𝒊𝒎𝒊𝒆𝒏𝒕𝒐 | Duff McKagan [1]Where stories live. Discover now