Soft Kitty Warm Kitty || Felix Harem

Capítulo 01

—¿Ya viste eso? — Soltó de pronto Seungmin señalando claramente al par de orbes que parecían iluminar aquella casa, por muy iluminada que ya estuviera de por sí. —Dios, son increíbles— Volvió a hablar acercándose tan solo unos centímetros ya que lo último que quería era que el pequeño gatito blanco de asustase.

Tanto Jisung como Jeongin mantenían la boca abierta formando una perfecta "o" con sus labios, era realmente impactante la belleza que poseía. Ni hablar de Minho él no podía articular ninguna palabra solo mantenía la vista clavada en ese par de hermosos ojos, como si lo llamasen.

—No vayan a mover un maldito dedo, está muy asustado y podría salir huyendo— Bangchan aún se mantenía cruzado de brazos sin embargo cada segundo que pasaba sentía que sus sospechas se harían ciertas y si ese era el caso no estaba en lo más mínimo preparado y mucho menos los demás miembros.

Las manos de Hyunjin temblaban, desde que vio como ese par de ojitos se mostraban ante ellos algo dentro suyo le empezó a incomodar, era como una necesidad casi insostenible de arrullar al pequeño animalito a su pecho, pero era estúpido, él no suele ser así, claro que respeta a los animales, pero no suele ser alguien precisamente demostrativo. Sin pensarlo dos veces dio un paso decidido a tocarlo, sin embargo, Changbin lo detuvo sosteniendo firmemente su antebrazo derecho.

—Ni se te ocurra— Mascullo con una voz realmente grave que hizo que el rubio volviera en sí y se detuviera en seco al notar lo que trataba de hacer. —¿No oíste lo que dijo Chan? si esa bola de pelos decide huir será difícil atraparlo, y ya de por sí he tenido un día lo suficientemente jodido como para lidiar con esto— Soltó con el rostro mirando al suelo, tensado de pies a cabeza, tratando de no ver aquellos ojos que mantenía a los demás sin siquiera parpadear.

Aquella situación para el pequeño gatito era aterradora, no sabía cómo había llegado a aquella casa, no conocía a esas personas, es más, jamás ha estado demasiado cerca de una, que no sabe qué hacer realmente, aunque aparentemente huir no era una opción ya que parecía no haber lugar por el cual escapar. Deseaba poder salir de ahí, aunque afuera hiciera frio al menos no se sentiría acorralado y con el corazoncito bombeando ferozmente. —Meow— Maulló apenas provocando que todos movieran la cabeza saliendo del trance en el que parecían haber estado sumergidos momentos antes.

—Tranquilo— La voz de Minho sonaba realmente pacifica, el pequeño minino dirigió su mirada a ese par de ojos negros que formaban medialunas al sonreír, por alguna razón sintió paz, aunque no bajo la guardia en ningún momento. Entonces el pelinegro decidió arriesgarse a recibir un golpe por parte del pelirrojo cuando elevo su mano derecha lentamente hasta posarla en la cabecita del felino —Aquí estas a salvo nadie va a hacerte daño— Soltó con el mismo tono de voz y sin quitar la sonrisa de sus labios.

—Minho— Murmuro Bangchan pero el pelinegro lo ignoro por completo, sentía que aquel pequeño solo necesitaba afecto, suficiente tenía con haber escapado de aquella jauría. Poco a poco fue acariciando el increíblemente suave pelaje que rozaban la yema de sus dedos.

De pronto todos se sobresaltaron, un fuerte golpe en la mesa de vidrio que yacía cerca de la chimenea hizo que todo girasen inmediatamente a observar y notar la mano de Changbin plantada en medio de esta. —¡QUE SE VAYA! — Grito sin importarle nada más que su propia respiración.

Como era de esperarse el pequeño minino se espantó lo suficiente como para saltar de aquel cojín y correr desesperadamente para protegerse, observo rápidamente todo lo que había alrededor suyo, diviso un sinfín de puertas y no supo hacia donde exactamente ir, fue entonces que opto por meterse debajo de uno de los sillones de cuero blanco que adornaban el salón, agacho su cuerpecito y lo arrastro hasta estar dentro y resguardado formando una perfecta bolita con su cuerpo.