💚Se mí Pambisito💚 (DalasxDross)[Completa]

๑.. Petición ..๑

En aquellos años gracias a la fama del canal, había echo ya múltiples colaboraciones con youtubers reconocidos de la época. <<Me pregunto el por qué decidí realizar una con él>>. Lo más razonable es pensar que era por el tipo de contenido que producía, muy bueno, sin duda. Aunque una parte muy dentro de mí cree que: su hechizante sonrisa fué un factor importante.

Desde nuestro “encuentro”, cada uno al otro lado de nuestra pantalla, pasamos meses sin ninguna comunicación. Y sin embargo, seguía tan presente en mis pensamientos, como la tierra ante el sol o las mariposas a una flor, rondando cada que podía.

Al principio traté de mantener contacto amistoso con él, pero como toda relación a distancia de cualquier índole, fracasó. Me rendí. Hasta que “Luna de Plutón” a un mes de su lanzamiento, se había convertido en un completo éxito y en una conveniente llave a mi deseo.

Para finales de noviembre del año 2015, volví a contactarlo, usando mí libro como mera excusa para vernos. Ésta vez en persona.

Lo que causó: ese encuentro agridulce...

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Lizy, su novia de mucho tiempo, falleció en un aparatoso accidente de coche hace dos años. Y ahora, en su expresión se refleja la intimidante soledad que lo consume y en sus ojos una tristeza endurecida. <<¿Era muy importante, verdad?>>.

—Yo. Lamento no…

—¿Puedo tomar su orden, señor? —interrumpe, el mesero frente a nosotros, dirigiéndose a Dalas.

—Té de limón, por favor —suspira, algo molesto.

—Muy bien, ¿y usted, señor?

—Otra taza de café, por favor.

El mesero anota nuestros pedidos y luego se retira, dejándonos en completo silencio.

—Bien, como te decía…

Continúo, mientras él coloca las manos sobre la mesa.

Olvida eso, Dross. Ya he recibido suficientes pésames hasta el día de hoy —dice, cerrando y acariciando los párpados con sus dedos.

—De acuerdo, ¿entonces, qué hay con ella?

—Necesito que me ayudes a contactarnos —responde, entre dientes.

—¿Qué?

—Lo que escuchaste. Quiero que seas mi asesor con la Ouija —contesta, sonrojado hasta las orejas—. Y no, no es una broma.

—Estas diciendo que tú, Dalas, la persona que afirma no creer en dios e incluso tiene una sección sobre ello en su canal. ¿Me necesitas para un ritual de invocación?

—¡No tienes por qué decirlo así! —susurra, verificando que nadie haya escuchado—. Sí no quieres, me iré ahora. Perdón por desperdiciar tu tiempo —agrega, levantándose.

—Lo haré.

—¡¿En serio?!

—Pero, debes conseguir todo lo que te diga. Y terminar el té conmigo.

Luego de planear lo que haríamos mañana a media noche, seguimos bebiendo y recordando los viejos tiempos en Youtube.

—Gracias por aceptar.

—Es lo mínimo que puedo hacer… —digo, mientras lo acompaño hasta su coche—. ¿Por qué está, tan alejado?.
—Se detiene y alborota su cabello con la gorra.

—La verdad… —ríe, incómodo—. Me dió un poco de retrasito pambisito de camino.

—…

—¿Dross, puedo preguntarte, algo personal?

—Adelante.

—¿Por qué venir a Barcelona, después de abandonar YouTube?

—Porque aquí vive la persona que me gusta.

Aprieta los labios entre sí, mientras fija la mirada en el parque.

—¿Acaso te interesa saber quién es?

—¡No digas chorradas, tío! ¡Claro que no!. —Continúa caminando.

—Dalas, sigues siendo tú —confieso, observándolo detenerse.

Gira, con el café de sus ojos deslumbrantes iniciando una hipnótica danza, llena de incredulidad y vergüenza.

—¡Es una broma, coño!

—Que hijo de puta.

—¡Dale, sigamos! —río, avanzando más rápido por la acera—. ¡Te robarán el coche! —agrego, con la voz temblorosa.

Aunque me haya involucrado en esa peligrosa polémica de 2,020 e incluso sí no ha olvidado a Lizy. No pienso rendirme de nuevo.