Abrí la puerta encontrándome con una caja en mi cama, ¡Gulliver! ¿Cómo rayos entran y dejan esto aquí? Gracias a Gulliver y en las vacaciones Alexa y yo volvimos a pintar la habitación del mismo color como todas las demás. Sino, ya estaría en los castigos.

La abrí, dentro de ella se encontraba un uniforme negro de cuero y unas botas, supe al instante que ese era el uniforme de tutores y corrí a cambiármelo.

—Sabes que si te hace algo, sí lo puedo matar ¿Verdad? —habló de la nada.

—¿Cómo? —pregunté mientras me ponía las botas.

—¿Acaso no recuerdas mi poder? —de la nada me tropecé y caí al piso golpeándome los brazos.

—Oh cierto, lo olvidé —me levanté enojada mientras ella reía y pedía disculpas —Vayamos de una buena vez —cerré la puerta y fuimos hacia el coliseo.

~<~

Diez minutos.

30 minutos.

Una hora.

—Ya pasó mucho tiempo ¿No crees? —suspiré.

—Tienes razón, tendré que poner su falta, vámonos de aq... —antes de poder terminar la oración, alguien entró al coliseo, intenté ver quién era a través de los demás chicos que estaban entrenando, era él. Llevaba unas gafas negras al igual que toda su ropa.

¿Se le perdió el sol?

—¿Tú eres Olivia? —dijo cuando se paró frente a mí. Asentí molesta —Ya estoy aquí, empieza.

—¿Disculpa? —alcé las cejas incrédula.

—Que ya estoy aquí y puedes empezar, ¿Acaso estás sorda? —se quitó las gafas y las guardó en su mochila esperando a que dijera algo.

—Tienes una hora de retraso y crees que puedes llegar y decirme ¿'Estoy aquí, empieza'? —imité su voz, él rodó los ojos y me ignoró.

—Sabes quién soy, ¿Verdad? —soltó mirando hacia otro lado.

—Jeremy Collins —moví las manos exageradamente.

—Nombres..., como si eso definiera quién eres.

Lo observé por unos segundos, era la actitud más pedante que había conocido en mi vida —Me dieron la tarea de entrenarte, no de conocerte —le solté sin dejar de mirarlo, no me dejaría intimidar —Ahora, da diez vueltas al perímetro de luchas y luego comenzaremos con defensa básica —él me extrañado por un momento, soltó una pequeña risa incrédula, tiró su mochila y sus gafas y empezó a trotar.

—Amiga, ese chico está que arde...—le di un codazo a Lynn —¿Qué? Aunque sea un idiota hay que admitir que tiene lo suyo —la callé.

—En vez de estar diciendo tonterías, haz algo para divertirnos —ella sonrió maliciosamente y miró a Jeremy.

—Se caerá en tres, dos, uno... Un momento ¿Qué pasó? ¿Por qué no se cayó?.

—¿Hiciste bien tu cosa esa de magia?.

—Claro, hacerlo es fácil, por algo estoy contigo en magia avanzada —me miró y sentí la necesidad de tirarme al piso.

—No era necesario que me tomes de ejemplo —me tendió la mano para ayudarme a levantar. —Entonces ¿Qué crees que sea?.

—Ni idea, debería funcionar —lo volvimos a ver, él estaba buscando a alguien, luego nos volvió a ver y sonrió por dos segundos, luego siguió corriendo como si nada pasara.

Esperamos alrededor de diez minutos hasta que terminara sus vueltas, volvió un poco sudado y se dirigió a su mochila.

—¿Saben? Soy un escudo —lo miré —Ni sus poderes ni los de nadie me pueden afectar, no pierdan su tiempo —sonrió por tercera vez en el día, pero se esfumó enseguida, como ya era costumbre. La arrogancia de este hombre me estaba sacando de quicio.

Cuando estaba en vacaciones, descubrí que yo también poseía poderes vampíricos. Eso sonaba interesante hasta el momento en que me dijeron que si no los aprendía a controlar, ellos me controlarían a mí. ¿Cómo? Ni idea, pero tuve que aprender a controlarlos junto con Thomas. Y no fue nada fácil, tuve que practicar tanto que Jake y Lynn, como pasaban tanto tiempo conmigo, aprendieron a controlar sus poderes antes de entrar a clases.

Por si las dudas y aún más por coraje, traté de manipular su mente haciendo que se pegue una cachetada, luego de dos segundos lo hizo. Se pegó una cachetada.

Se volteó a mirarme enojado —¿Cómo hiciste eso?.

—¿Hacer qué? —me hice la desentendida.

—Sé que fuiste tú, puedo sentir cuando alguien me intenta usar sus poderes sobre mí.

—No sé de qué hablas. Ahora comencemos con defensa básica —traté de cambiar el tema, no quería recibir un castigo en mi primer día como tutora. Practicamos por casi dos horas. En ocasiones, no podía evitar recordar los entrenamientos con Christian.

~<~

—Nunca me dijiste que tenías mi mismo poder —salimos de su habitación para ir a la mía. Ya que Alexa se iría por un tiempo, aprovecharía para pasar más tiempo con Lynn.

—¿No lo recuerdas? Por decirlo así, tengo todos los dones de ambas especies, de los cazadores y de los vampiros, algo que solo los Blackwhistle han podido hacer —ella pareció analizarlo todo.

—Quién lo diría, míranos, en una academia de vampiros, yo una vampiresa y tú —hizo una pausa dudando —Tu ambas cosas —sonreí. —Y aún así, después de un año sin saber nada de ti, nos volvemos a juntar, ¿Lo ves? Es el destino —me abrazó.

—Sí, sí, las mejores amigas por siempre —bufé dándole un beso en la mejilla.

—Las mejores ... —comenzó ella.

—Por siempre y ... —le seguí.

—Para siempre —dijimos al unísono e hicimos nuestro baile habitual de las mejores amigas mientras nos ahogábamos de risa.

Debía admitir que ella sacaba mi lado fresa oculto. Entramos al cuarto y puso sus cosas en mi escritorio, nos cambiamos por una pijama y nos metimos a la cama.

Night Of Blood © (Un encuentro con el pasado)Opowieści tętniące życiem. Odkryj je teraz