Alba, céntrate.

La fotógrafa le dedicó una mueca incrédula.

- Sabes que todo lo que pase en un set, todas mis obsesiones, son estrictamente profesionales.

- Estrictamente profesionales – repitió.

- Eso es - le dio Alba un pico, que la otra alargó y convirtió en morreo intenso.

- Basta ya de la modelo perfecta por hoy, ¿no? - le cerró la tapa del portátil y la atrajo hacia ella.

- ¿Se acabaron las fotos? - le mordió el labio Alba, para después invadirla con su lengua.

- Solo me dejo hacer nudes - gruñó en su boca, mientras las levantaba a ambas del sofá para acabar en el dormitorio.

Sudada y exhausta, Alba descansaba en el pecho de su chica, sin dejar de darle vueltas a la cabeza.

- Creo que voy a proponerle el proyecto A Oscuras.

- ¿Qué?

- A Natalia, bueno, a su mánager...

- ¿No me dijiste que eso lo ibas a hacer conmigo? - se incorporó para mirarla.

- Sí, pero...

- Es el proyecto que va a marcar tu carrera, llevas muchísimo tiempo dedicado a él, todo tu esfuerzo preparándolo...

- Mimi, tú has visto lo que saco cuando la miro a través del objetivo. Es otro rollo. Y lo siento así, siento que tiene que ser ella.

- Dijiste que era algo íntimo, que lo harías conmigo porque hay un vínculo, que necesitabas conexión genuina, reciprocidad... ¿Vas a tener esto con una desconocida más que con tu novia? - se indignó.

- Creo que el resultado será más profesional, más limpio, sí.

- Muy bien, pues me piro al sofá.

- Pero no te pongas así, bebé... - trató de frenarla, mientras la otra cogía su almohada-. Mimi...

- Quédate con tu foto perfecta, Alba - masculló, antes de desaparecer por la puerta.

La fotógrafa suspiró y se pasó la mano por la cara. No le parecía tan grave querer realizar su proyecto experimental con Natalia de modelo.

Igual decírselo cuando acaba de comerte el coño no ha sido la mejor de las ideas.

Ni estar horas hablando de ella o viendo sus fotos en bucle, recreándose en cada matiz.

Eso es porque me encanta mi trabajo y ella lo potencia. Nada más.

Alba dio vueltas en la cama, ahora para ella sola, tratando de dejar de pensar, aunque sin grandes resultados.

Era obsesiva en su trabajo, dedicada, apasionada, entregada hasta el extremo.

Todo por la foto perfecta.

Pero nunca le había pasado lo que le pasaba cuando Natalia Lacunza era su lienzo en el que crear. Eso tenía que reconocerlo.

Se pusiera su chica como se pusiera, Alba quería explorar todos sus límites artísticos con ella.

Todo estrictamente profesional, Mimi no tiene de qué preocuparse.






Como si del karma se tratase, el objetivo se le complicó cuando Noemí le confirmó el cambio de modelos para dos campañas en las que Natalia debía participar y ella se había encargado de mover hilos para ser la fotógrafa.

desnudArte | AlbaliaWhere stories live. Discover now