— Salí deprisa y no me cambié el pijama. 

 Agarró la campera pero él la detuvo. 

— Me gusta, te queda. 

— Es de mi talla. — Le dijo poniéndose la campera liviana. 

— La descripción. 

 Ella levantó la mirada mientras se abrochaba el cierre. 

— Supongo que sí. 

 Él se levantó y comenzó a vestirse. 

— ¿Que haces? 

— Me voy a casa, ya me harté de estar aquí. 

— El medico dijo que debías quedarte para vigilarte. 

— No pienso dormir en esa incómoda cama cuando tengo la mía en casa. 

 Él se puso la campera y se sentó en la cama. 

— ¿Tu que harás? — Pregunto suavemente mirando con detenimiento el cierre de su campera. 

— No lo sé. — Murmuró perpleja. 

— Te agradezco que hayas venido Carly. — La miró con una sonrisa amable. 

— ¿Por qué no iba a hacerlo? — Ella lo miró como si se hubiese vuelto loco. 

— No lo se. — El se acercó y la tomo de la mano. — No quiero que te sientas obligada a nada, entenderé si tu te quieres ir. 

 Ella lo miro en silencio y dejo que la conduzca hasta la cama. 

— Quiero pedirte disculpas por lo que hablamos antes de que venga aquí, no debí decirte esas cosas. Estaba enojado con Harry y no contigo. 

— Pero dijiste la verdad. 

— En parte, te amo si; pero supongo que se salió todo un poco de control. No quiero que estés aquí por obligación ni nada parecido… — El suspiro y jugó con sus dedos. — Me rompería el corazón que hagas algo obligada por mis sentimientos. 

— Ryan… 

— Déjame terminar. — El se levantó y le dio la espalda. — Estos días lo estuve pensando y quizá fui yo el que malinterpretó lo que pasa entre nosotros y está bien, entenderé si tu te quieres ir o tomarte un tiempo. 

 Ella se levantó y lo abrazo apoyando la frente en sus omoplatos. 

— No me dejes, no soportaría que me dejes otra vez. — Murmuró ella con lágrimas en los ojos. — Yo se que no soy cariñosa y quizá no te lo he demostrado… 

 Él se volteó y acuno su rostro. 

— No Carly no llores. No quiero hacerte llorar. — Beso sus lágrimas dulcemente. — No quiero que cambies cielo. Eso jamás podría decírtelo, me enamoré de ti tal cual eres y no quiero que cambies. 

 La sentó en sus piernas y le seco las lágrimas. 

— Así no funcionan las cosas amor. Tu no quieres que yo cambie ¿Cierto? Porque si lo hiciera no sería la misma persona que conociste. Las personas modificamos algunas cosas pero nuestra esencia sigue siendo la misma.  Por eso es que si quieres irte.. Esta bien. 

— No quiero irme. — Ella sintió que su corazón latía acelerado y se desespero al sentir que el la dejaría. — Yo quiero quedarme contigo, a tu lado. Yo siento cosas por ti… 

 Ella lo tomo de la chaqueta y lo miro intensamente. 

— No por favor. — La dijo el tomandole las manos suavemente. — No hay nada tan humillante como ver como la otra persona se esfuerza en hacer o decir cosas que no siente o no puede decirlas. Repeto tus tiempos o al menos tratatre de hacerlo mejor está vez. Pero por favor no digas cosas que no sientes o aún no te sientes preparada de decirlas. 

Lazos eternos ✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora