Capitulo 21

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No podía dejar de mirarlo, había tratado de no hacerlo

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No podía dejar de mirarlo, había tratado de no hacerlo. Pero a pesar de que habían pasado diez años seguía añorandolo como el primer día. Estaba igual de hermoso, más maduro, más sexy. Cuando él llegó a su lado le hizo una pequeña reverencia y de la mano la llevó a la pista de baile. Ella sabía que él no la había sacado a bailar porque quería, sino por obligación, para que no hablen sobre el supuesto romance que hubo entre ellos. 

— ¿Cómo estás? — Susurró mirándolo. 

 Pero él se negaba a mirarla, ni una sola vez la había mirado. Se había vestido para él, con el vestido color melocotón y el Kokoshnik que su hermano le había regalado, pensando que añoraba Rusia. 

  Cuando la pieza terminó él le dio un suave beso en el dorso de la mano y la llevó al lado de Victoria. Les hizo una reverencia y se marchó. 

  No podía aguantar verlo bailar con todas esas mujeres con las que ella sabía que se había acostado; porque todo el mundo sabía que él no había dejado de ser quien siempre fue, un prostituto, pensó enojada. 

  Camino por el jardín y se puso blanca como el papel cuando lo vio besándose con una mujer detrás de un árbol. La miró furioso y le habló en el oído a la mujer, sonrió y se fue. 

— ¿Qué haces aquí? 

— No has cambiado nada ¿Verdad? 

 El odio en sus ojos fue como una cadena al rojo vivo en su corazón. 

— ¿Qué esperabas? ¿Que le fuera fiel a tu recuerdo? — Preguntó mirándola con desagrado. — ¿O te enoja que no eres tú? 

 Ella levantó la mano enojada y él la tomó de la muñeca, se acercó hasta su oído. 

— Es a ti a quien busco en ellas. Que tengan tus ojos o tus labios, tu fisionomía para estar aunque sea un poco más cerca de lo que era la felicidad. Pero ninguna se acerca a ti o tu olor. 

 El paso la lengua por su vena que latía violentamente y saboreó su sabor. 

— Jacob… 

— Cierra la boca. — Él se alejó y la pasión insatisfecha brillaba en sus ojos. — No te vuelvas a acercar a mi. 

 Svetlana se limpió las lágrimas que caían sin poder contenerlas

 

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