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Un rato después de todo esto, mi madre salió de su habitación para recibirmey comenzar a cocinar. Ella no hacía la comida sino hasta que yo llegara.

—Hey, Mark. — dijo Molly.— ¿De quién era ese auto en el que viniste?—

—¿Cómo sabes que vine en auto?— le pregunté sonrojándome.

—Soy tu madre, lo sé todo. Dile al muchacho con el que viniste que nadie me va a quitar a mi hijo.— me respondió.— Y quiero saber el nombre.—

—Ah...— suspiré y bajé la mirada.— Vale, no me vine exactamente con el muchacho. Bueno, sí. Bueno, vine con su hermana pero nos trajo el muchacho. Hoy en clases conocí a una chica llamada Diana Marshall. Ella es muy amigable y tenemos muchas cosas en común. Cuando fue la hora de irnos, ella insistió en buscarme novia y le admití que soy gay. Luego, me dijo que debía irse y que podía traerme su hermano a la casa. Conocí a su hermano y en el camino hablamos. Y su hermano es muy lindo... Pero no sé si se interese en mi. Tal vez no volvamos a vernos. O tal vez sí, pero como amigos...— le expliqué y solté un suspiro. Esa manera en que ella me saca todo lo que tengo guardado.

— Vale. Pronto tendré nuevo nuero.—

— ¡Mamá! — le exclamé y ella se burló.

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La mañana siguiente, me despertó la alarma. Hoy no fue molesto. En realidad, estaba alegre de despertarme.

Me levanté, me cepillé y me vestí. Me coloqué un jean negro, unas converse blancas y una camisa de My Chemical Romance y salí a desayunar.

— Ah, hijo. Buenos días. ¿Tienes hambre?— me preguntó mi madre.

— Hmm, no. Pero no quiero comprar en el instituto. ¿Puedes hacerme el desayuno para llevar?—

— Claro, Señor. ¿También quieres que le coloque una rosa? ¿O quiere que le de los utencilios de Plata? Mejor los de oro, ¿no?. Hágase la comida ustes mismo.— me dijo y me levanté de la mesa. Yo sabía que iba a decir eso, pero, ¿no vale la pena intentarlo?.

Comencé a prepararme unas panquecas. Al menos ya habían hecho la mezcla.

Al cabo de unos momentos, tocaron el timbre y mi madre fue a ver quién era.

— ¡MARK! ¡TE BUSCA UN PAPIRRUQUI!— escuché gritar a mi madre desde la puerta.

¿Será que es Josh? Bueno, al cabo que nadie sabe dónde vivo.

— ¡YA VOY, MADRE!— Le respondí desde la cocina. Guardé las panquecas en una taza de Tupperware y las metí en el bolso. Apenas hice eso fui a la sala y encontré a Padre, en Pijama, en la puerta, hablando con Josh.

— Y, ¿cuáles son tus intenciones con mi hijo?— le escuché decir a padre y yo me quedé en shock.

—Este...— lo escuché decir— ¡Mark! ¡Llegaste! — Salvado por la campana.

—Padre, ya me voy al instituto. Hasta luego.— le dije. — Hasta luego, madre.— salí de la casa y vi a Diana sentada en el asiento trasero del auto.

—Hola, Mark. O mejor dicho. Razón por la cual voy a llegar mucho antes de la hora que siempre llego.— me vio con ira y volvió a escribir por teléfono.

—Mark...— escuché decir a Josh.— Buenos días.— saludó mirándome a los ojos y mostrándome una sonrisa, haciendo que mi corazón palpitara más rápido de lo normal.

—Este... Buenos días...— Él es el único que logra hacerme poner nervioso.

— Ajá, niñatas. Vámonos de una vez. — escuché decir a Diana.

— Bueno, bueno. Vamos, Mark.—

—Está bien.— terminé de decir y me monté en el auto.

Un momento después llegamos al instituto y Diana me llevó corriendo a el aula y no me pude despedir de Josh.

—¿Y bueno?. ¿Qué tal?— dijo hiperactiva.

—Este... ¿Qué tal de qué?— pregunté completamente anonadado.

—¿Josh? ¿Qué tal está Josh?— abrí los ojos como un plato y desvié la mirada sonrojándome.

—Pues, es amigable.—

—¡Es gay! ¡Y le gustas! ¡Ve a por él!— gritó demasiado animada.

—¡Shh! ¡Has silencio!— le exclamé susurrando. Sí, se escucjha raro pero es algo que uno aprende a hacer.

—¡Ay, pero si no hay nadie! — gritó y yo la mandé a callar— Bueno, vayan en una cita. Se van a gustar.— susurró esta vez.

—Ajá, le gusto ahora, pero cuando me conozca no le voy a gustar.—

—Mark, le vas a gustar. Te lo prometo.—

—Si él me invita, yo le digo que sí.— le respondí con confianza esta vez.

Después de esto, notamos que llegó todo el mundo y decidimos callarnos. Hablar con Diana es como un libro, ella es buena compañía.

Al pasar las horas, las clases y la llegada de la salida, Diana me ofreció llevarme de nuevo. Esta vez fui en carrera a la entrada del colegio y al ver a Josh salté a abrazarlo por detrás.

— ¿Diana? ¿Qué te pasa, idiota?— preguntó, soltó el agarre y volteó. — ¡Mark! ¡Eres tú! —dijo y me abrazó.

— ¿Ya tan rápido se van a coger enfrente mío?— se burló desde la entrada del instituto.

— ¿la idiota de Diana te dijo que me gustas?— preguntó Josh.

— No...— dije y bajé la mirada.

— Diana, te mataré.— Josh la observó y la miró con cara de enojo. Y mi única respuesta fue reírme.

Los Marshall me miraron y empezaron a reírse también.

En el auto de Josh hubo silencio, pero un silencio agradable. Cuando llegamos a mi casa es que volvimos a hablar.

—Mark, hasta mañana.— Dijo Diana y volvió al celular. Yo me volví para devolverle la despedida con una sonrisa.

— Hey, Mark. — Dijo Josh un poco nervioso y titirante.— ¿Querrías...— Lo interrumpí.

— Amaría salir contigo.— Verlo nervioso me encanta. Le di un beso en la mejilla y salí corriendo del auto muy sonrojado. Entré a la casa y ahí estaba madre.

— ¿Ya tengo nuevo nuero? — me preguntó con una sonrisa pícara en mi casa.

—Aún no...— le respondí y solté una sonrisa. Luego veo que me llegó un mensaje al teléfono.
Diana: "Mira, chico. A las 6 te va a buscar mi hermano. Pórtense bien y usen condón."

Por lo visto...

Tengo una cita.

Omaha Bad Boy: Mark's View.حيث تعيش القصص. اكتشف الآن