38. Alguien que ya estaba perdido

Începe de la început
                                    

—estoy a casi seis horas de allí.

—pues toma un vuelo. Pero ven rápido.

Newt colgó y al notar en serio la gravedad de lo que estaba pasando me empecé a alterar. Tomé mis zapatos, la billetera, mi bolso y las llaves del auto rezando para que no me detuvieran por no tener licencia. Me subí al auto para dirigirme rápidamente al aeropuerto de San José. Al llegar me paré en el mostrador donde había una chica de la aerolínea atendiendo a las personas.

—necesito el vuelo más pronto a Los Ángeles, es una emergencia.

Ella me miró como si no me creyera que en verdad se trataba de algo como una urgencia, a pesar de que el idiota de Kyle pueda estar tirado en un bar con un montón de alcohol circulándole por la sangre.

—identificación—pidió de mala forma. Le echó un vistazo y luego me miró de arriba a abajo—. Es falsa—dijo y yo fruncí el ceño.

—es real, soy Dalia Hyde—rió.

—tu no eres ella.

—mire, señorita—exclamé con sarcasmo—. Me vale un montón de...—vi que alguien detrás carraspeó y al girar noté que había un niño detrás de mí así que le sonreí y volví con la estúpida—, usted me entiende, me vale que me crea o no, necesito volver a Los Ángeles pronto.

Ella me hizo una mala cara así que comprendí que no iba a ceder tan fácilmente así que me quité la capucha de mi sudadera y solté mi cabello para poder que notara que si se trataba de mí. Aún así enarcó una ceja pero recibió la identificación y mi tarjeta de crédito.

—sale en veinte minutos así que está a tiempo.

—gracias por nada.

Corrí hasta la parte donde iba a subir al vuelo y saqué mi teléfono para llamar a Newt.

—¿han sabido algo?—pregunté agitada al escuchar que había contestado.

—nada. ¿Pudiste conseguir un vuelo?

—si, llego en una hora y media, ¿pueden recogerme?

—si, saldré para allá entonces.

De uno de los momentos más angustiantes de mi vida sin duda este ganaba, no era capaz de quedarme tranquila en todo el vuelo sino hasta cuando llegué que pude salir disparada hasta la zona de los taxis donde vi el auto de Newt. Él y Donna estaban apoyados en la puerta así que me acerqué para saludarlos.

—hola, chicos.

—hola—respondieron.

—¿cuándo fue la última vez que lo vieron?—pregunté mientras entraba en el auto.

—ayer discutí con él en mi apartamento. Él dijo que vendría hoy pero esa era la hora en la que no aparecía y lo llamé para pedirle un favor pero no contestó. Lo llamé otra vez y nada—comentó con preocupación.

Tomé mi teléfono con esperanza de que Kyle pudiera contestarme pero fue inútil ya que me mandó directo al buzón.

—buen momento en el que le dió por desaparecer—dije por lo bajo.

Un teléfono se escuchó dentro del auto y todos nos alertamos viendo que se trataba del de Newt. Él frenó cerca de la acera de la carretera, me mostró la pantalla que decía número desconocido y contestó.

—¿hola? ¿Kyle?—mi corazón empezó a acelerarse con preocupación—. ¿Cómo? ¿Y por qué? Ya vamos para allá—colgó.

—¿qué sucede?—preguntó Donna con la voz temblorosa.

Versos fríos [EN EDICIÓN]✔️Unde poveștirile trăiesc. Descoperă acum