Aniversario

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N/A: Por fin, esta es la ultima parte del fic, la historia estaba terminada desde que se empezó a publicar, pero sé que me tardaba actualizando así que pido perdón por eso, este capitulo es un poco más largo que los demás, y fue el más tardado de escribir, espero que les guste muchísimo y gracias a todos por tomarse el tiempo de leer esta historia, nunca pensé que la fuera a publicar, al inicio era que fuera una historia únicamente para mi, pero no me arrepiento para nada, si encontraron algún error, me gustaría que me lo hicieran saber, no se olviden de votar, enserio este fue mi favorito, si les gustó recomiéndenlo se los agradecería mucho y ahora si pueden empezar.

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P.O.V Harry 

Llegaba por fin del trabajo, la jornada no había sido especialmente larga pero de todas formas me sentía un poco cansado, quería una ducha de agua caliente; llevaba también un ramo de rosas y los chocolates favoritos de mi serpiente favorita, por suerte había revisado mi calendario antes de salir de la oficina, sino al llegar a casa estaría muerto. Era nuestro primer aniversario y aunque sabia que tenia que ser especial, todo lo que tenía, lo había planeado para el sábado, iba a descansar del trabajo para dedicarme a otras cosas. 

Abrí la puerta cuidadosamente para hacer el menor ruido posible y me quité los zapatos, la casa olía especialmente  a fresas, fui directo a la cocina, por lo general los viernes en la tarde el rubio cocina algo sea la cena o cualquier postre que se le ocurra o vea por algún lado; y como no, allí estaba con los pies descalzos, su delantal azul de rayas y el cabello perfectamente peinado, después de todo era un Malfoy y debía ser pulcro en todo momento, al menos para mantener las apariencias; lo abracé por detrás y lo saludé con un beso en el cuello, recosté mi cabeza sobre su hombro mientras manteníamos una pequeña charla sobre lo que cocinaba, en el horno había un pastel de chocolate con vino de oporto, de solo escuchar el nombre sabía que era algo muy refinado y que seguramente sería delicioso, al salir del horno se dejaría reposar y con unas cuantas fresas estaría completo. El olor que había sentido al entrar venía de un intento de fresas caramelizadas que terminó en mermelada, deposité un tierno beso en su mejilla, diciendo que me iría pero volvería pronto, al parecer él lo tomó diferente y se dio la vuelta mientras colgaba sus brazos alrededor de mi cuello, mientras yo solo lo sujetaba por la cintura, como si en cualquier momento se pudiera escapar de mi, el rey de las serpientes podría verse aterrador pero si lo conocías lo suficiente, o... si eras yo sabías que es mucho  más dulce y tierno de lo que se puede llegar a pensar de una persona con una fachada como la suya. 

Cuando pude hacer que se separara de mi, subí las  escaleras y me metí en la ducha, bajé nuevamente a la sala, mientras veía televisión y llegó Draco con el pastel, al parecer la cena no sería más que chocolate con fresas, se sentó en el sofá, recostandose sobre mi pecho y comencé a acariciar su cabello era suave y relajante, de vez en cuando comíamos pequeños bocados pero siempre concentrados en lo que habia en la pantalla del televisor. 

No pude resistirlo, es mi debilidad, daba pequeños y tiernos besos en su cabeza, a él le gustaban y también a mi, me sorprendió que sin siquiera darme cuenta ya no estaba besando su cabeza sino sus labios, a decir verdad fue una grata sorpresa pero me había dejado un poco tildado, así que tardé unos segundos en poder agarrar el ritmo, lentamente se fue acomodando encima mio y el peso de su cuerpo y la acción misma me hacía inclinarme hacia atrás  cada vez más, su cálido aliento, su suave respiración, sus delicados y pequeños labios, era adictivo y por como iban las cosas sería una noche agradable; podía sentir como su mano se desplazaba lentamente hacia mi entrepierna, separé mi rostro para detener el beso unos cortos instantes y darle una mirada pícara, en poco tiempo los roles ahora eran diferentes, siendo yo quien estaba encima suyo, quería torturarlo un poco así que ralentice mi "caída" sobre él, funcionó excelente dado que antes de que yo llegara él ya lo había hecho y al igual que la vez pasada fue él quien reanudó el beso, el juego era divertido, consistía básicamente en provocarnos el uno al otro hasta que no pudiéramos más. Comencé a tocar su cuerpo por encima de la ropa que llevaba puesta una camisa y pantaloneta, mis manos descendían lentamente por su cintura y luego por su pierna, el camino de vuelta no sería tan tranquilo, esta vez mi mano siguió por su suave piel llevándome debajo de su pantaloneta, pero antes de llegar a mi destino se apartó de mi.

Notas de cenizasWhere stories live. Discover now