antes de entrar al gran comedor, la profesora Mc Gonagall que se había presentado hace poco tiempo, empezó a dar las instrucciones de lo que sucedería a continuación, en ese momento un rubio al parecer de la misma edad se presentó como Draco Malfoy, inmediata y simultáneamente los chicos se empezaron a inspeccionar, cada uno veía los rasgos característicos o más evidentes del otro.
Cualquiera diría que Draco se encontraba nervioso, no era muy sencillo percibirlo pero para alguien realmente observador sería fácil identificarlo.
P.O.V Draco
Estábamos en la entrada de un gran lugar el cual aún no conocía, había mucha gente acumulada, me encontraba hablando con mis amigos, cuando logre visualizar tres cabelleras, cada una diferente de la otra, una parecía realmente un nido de pájaros, adherido a la cabeza de la pobre chica, era fácil de distinguir pues su cabello era más largo que el de los otros dos, un pelo rojo, una gran familia, muchos integrantes, y por último un castaño oscuro, que en ese momento no logré distinguir si no hasta que lo vi de frente.
Era él, el famoso niño que había roto las reglas de todo lo físicamente posible, el que estaba en boca de todo el mundo por hacer algo que seguramente, ni él sabía que había hecho.
- hola- dije con cortesía, desde pequeño me enseñaron a ser educado, y ese niño de ahí tenía algo peculiar, algo verdaderamente interesante, algo que nunca había visto en nadie más.
- hola - se veía nervioso, como si mi presencia le incomodara
- soy Draco Malfoy - le extendí mi mano. La miró desconfiado, y cuando pensé que iba a tomarla y aceptar mi amistad, el pelirrojo entrometido, empezó a inventar cosas sobre mi, y mi familia, algunas de ellas eran verdad, no lo puedo negar, pero otras simplemente no tenían fundamentos, y no iba a permitir que me tratara de esa manera, soy un Malfoy, pero ahora que lo pienso con calma, enserio no se porque hice eso, me rebaje al nivel de un Weasley.
-y... que dices - estaba empezando a ponerme nervioso, puse mi mejor sonrisa, pero no funcionó
- mmm... no, creo que, el cómo tratas a las personas dice mucho de ti, y lo que acabo de ver, no me gusta para nada, así que para mi, con el saludo está bien
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Notas de cenizas
Randomtodo comienza en primer año, dos chicos, uno rubio y el otro pelinegro , se odian a muerte o es lo que aparentan, tan diferentes por fuera pero tan parecidos por dentro, nadie se lo imaginaria. no se conocen hasta que entran en el gran comedor...
