I. Cereza

2K 81 5
                                    

[una idea vino a buscar mi mente y realmente me gustó, así que aquí está. Echa un vistazo a 1996]

"Estoy emocionada de tenerte aquí este año," Nonna dijo efusivamente."Sé que no hay mucho que hacer en Clarkesville y que preferirías estar viajando por el mundo para hacer obras de caridad con tus padres, pero te prometo que --"

Mi Nonna hablaba acerca de las diferentes cosas que posiblemente podrían gustarme, le sonreí cariñosamente con los ojos brillando de pura emoción.

Condujo desde al aeropuerto hasta su pequeña casa de dos habitaciones y un solo baño. El único con estampado de flores y paredes alineadas con porcelana invaluable.

"También estoy feliz de estar aquí Nonna." Respondí suavemente, sonriendo mientras ella continuaba hablando con entusiasmo.

Llegamos con mucho tiempo de sobra, considerando el sol ardiendo en el brillante cielo azul. Inhalé el olor de la hierba recién cortada y abrí la oxidada camioneta de color azul claro. La cosa vieja olía como a gato por dentro y parecía un artefacto de metal oxidado por el exterior.

"Iré a dejar mis maletas a mi habitación." Le dije, no encontrando la necesidad de que me ayudara. Solo eran dos bolsas de lana, con una mochila llena de cosas necesarias incluida.

Nonna frunció el ceño con humor. "Puedo ser vieja, pero aún tengo algo de fuerza."

"Algo,"me burlé de ella con una risita. "Guárdala Nonna, la necesitas para cosas mejores."

"Si, como tratar contigo," ella negó con arrogancia.

Mi boca se sentía pasmada con una risa "¡Hey!" Me quejé mientras me acercaba al viejo pórtico de madera, probablemente lo volvería a pintar con ella ese verano. "No soy un niña malcriada, soy un adulto."

Oírla reír me hizo feliz.

Desde el año pasado, cuando el abuelo murió, ella nunca volvió a ser la misma mujer. Estar por tanto tiempo con alguien y de repente perderlo, su amor debía ser una de las pelotas más difíciles de esquivar que la vida lanza.

"Solo me estoy burlando de ti, Alexis."

Coloqué mis cosas en la habitación que ocuparía ese verano. Sus paredes estaban cubiertas con un descolorido papel tapiz de flores. Me reí por la mucha remodelación que haríamos. Conocía a mi abuela, y ella no toleraría a una perezosa adolescente comiendo papas todo el día.

La puerta del armario tenía una abolladura. Sacudiendo mi cabeza comencé a desabrochar mi mochila de lana y desempacar. Mucha de mi ropa fue colgada mientras que otras cosas como vaqueros y ropa interior fueron doblados y colocados en la cómoda.

Una hora pasó mientras desempacaba y me ponía comoda, después bajé las escaleras para encontrar a Nonna hurgando entre sus cosas en la nevera.

"Hey, terminé de desempacar."

"Genial," dijo en la nevera antes de sacar la bolsa de verduras. Se enderezó y giró, sosteniendo una mano en su espalda baja. "Voy a tener problemas en la espalda en un par de años."

Sus cálidos ojos marrones encontraron los míos y se arrugaron en los lados cuando ella se río de si mísma. Sacudí mi cabeza, con una sonrisa pegada en la cara.

"Eres muy jóven para tener problemas en la espalda," le aseguré.

"Para de joderme," advirtió con una mirada juguetona.

Sostuve mis manos arriba a la defensiva, tratando de no parecer divertida, aunque esta mujer nunca podía fallar en poner una sonrisa en mi cara. El resto de la tarde transcurrió bañando nuggets en salsa de tomate y poniéndonos al corriente.

1996 [h.s] español TERMINADAWhere stories live. Discover now