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Habían pasado semanas desde su primera noche juntas. Desde entonces, Kara se había metido en la cama de Lena y mostraba pocas señales de querer irse alguna vez. Lena aprobó mucho ese desarrollo.

Kara llegaba a la puerta principal de Lena todas las noches después del trabajo y se fundía con ella. Se juntaban en un frenético choque de labios, piel y dedos. Las mañanas implicaban caricias lánguidas y besos más lentos; emocionante de una manera diferente.

Fue Finola quien finalmente las obligó a levantarse de la cama. Por alguna razón, solo ella tenía el poder de motivar a Kara a salir arrastrándose de las sábanas y averiguar dónde estaba su ropa y las llaves del auto. Lena ni siquiera se había dado cuenta de que su ex asistente y Kara se habían vuelto tan cercanas.

Hoy era domingo y la fecha de una fiesta a la que había invitado a Kara, aparentemente con instrucciones de llevar a «esa coprotagonista cínica y encantadora con la que sigues practicando boca a boca». Por supuesto, a Finola le parecería divertido. Sin duda, quedaban más nervaduras por delante.

Iban de camino a la casa de Kara para buscar algo para la fiesta. Los ojos de Lena se deslizaron hacia la rubia que conducía e iba dando un monólogo de quejas.

–Si fuera alguien más–, murmuró Kara, –le habría dicho a dónde podía irse por interrumpir el mejor sexo de mi vida ...

Lena pensaba que acicalarse era algo vulgar, pero le encantaba el esclarecedor discurso de Kara. ¿El mejor sexo de su vida? Bueno, Lena estuvo de acuerdo.

El estado de ánimo de Kara había mejorado cuando entró en su hogar de Silver Lake.

El lugar era lindo, aunque el exterior pintado de verde Kermit era un gusto adquirido. ¿Quizás Eliza había ayudado con la decoración? Lena se rió al ver la suculenta mancha del jardín y, en particular, algunos espinosos ejemplares. –¡Cultivas cactus! No le dije a Cat ninguna mentira.

–Lo más que hago es mirarlos de vez en cuando. No hay mucho crecimiento práctico involucrado. Entra.

Aunque eran casi las once, Imra estaba en medio de su cereal, tirada en el sofá, cuando Lena siguió a Kara hasta la sala de estar.

–Hey extraña–, Imra saludó a su compañera. –Estaba empezando a pensar que te habías mudado–. Arqueó el cuello para ver detrás de Kara. –Oh hola. Dos estrellas de  Choosing Hope. Increíble.

–Una sola–, dijo Lena. –He dejado el programa.

–Oh, está bien–. Imra reanudó la masticación. –Buen momento, pero Kara, tu mamá está aquí para almorzar. Está en la cocina, así que probablemente podrías hacer un camuflaje hasta tu habitación si no quieres verla.

–¿Eliza está aquí?– Preguntó Lena. –¿Viene a almorzar cuando Kara está fuera?

–Es domingo. Ella está aquí todos los domingos, conmigo o sin mí–, dijo Kara. –Mamá adoptó a Imra como tercera hija–. Se volvió hacia Imra. –¿Alex está aquí también?

–Nop. Ella vendrá más tarde cuando la comida esté sobre la mesa.

–Bien. Bueno, saludaremos rápidamente antes de ponernos en marcha. Estamos aquí para recoger un regalo de camino a ver a la antigua asistente de Lee–. Miró a Lena con una mirada ligeramente culpable. –Es, um, una cosa de cumpleaños.

Los ojos de Lena se agrandaron. –Espera, ¿es el cumpleaños de Finola?– ¿Por qué no se lo había dicho Kara? ¿O Finola para el caso? Ella no tenía un regalo o un ...

–No, el de su hijo, no te preocupes–, dijo Kara por encima del hombro. –Es genial. Tengo un regalo para las dos. Estás cubierta. De todos modos, vuelvo en un segundo .

I'ᴍ ɢᴏɪɴɢ ᴛᴏ ᴋɪss ʏᴏᴜ. I ᴍᴇᴀɴ ɪᴛ!/ SᴜᴘᴇʀCᴏʀᴘ / AUWhere stories live. Discover now