I'ᴍ ɢᴏɪɴɢ ᴛᴏ ᴋɪss ʏᴏᴜ. I ᴍᴇᴀɴ ɪᴛ!/ SᴜᴘᴇʀCᴏʀᴘ / AU

17-

Eran más de las nueve cuando salieron del set y regresaron al remolque. Lena se sintió como si la hubieran aporreado. El agotamiento se estaba filtrando, pero estaba demasiado conectada para pensar en dormir.

Kara no se veía mucho mejor. Realmente había dado un paso al frente hoy. Partes del cuerpo de Lena todavía dolían por todas las formas en que Kara la había hecho sentir como si la misma lujuria la hubiera follado.

Lena estaba ansiosa por pasar un tiempo a solas; una ducha larga, y probablemente una noche con un poco de… autoayuda… para aliviar la excitación que había estado ardiendo entre sus muslos durante horas.

–Voy a ahogarme en algo de música–, declaró Kara. –La mejor manera de relajarse después de tanto estrés.

–¿Estrés?– Lena bromeó ligeramente.

–Sabes exactamente lo que quiero decir–. Kara sonrió y un adorable sonrojo recorrió sus mejillas. –Por cierto, gracias. Lo digo en serio.

Llegaron a su remolque y se detuvieron junto a la puerta de Lena, que era la más cercana.

–¿Por qué?– Preguntó Lena.

–Por darme el okay. Si no lo hubieras hecho, todavía estaría atada en nudos, preocupándome por asustarte si fuera demasiado ... convincente–. Ella puso los ojos en blanco y se reclinó contra el costado del remolque. –Cumpliste tu palabra. No reaccionaste mal en absoluto.

Lena abrió su puerta. No estaba bloqueada; nadie se molestaba en cerrar nada aquí. Su ducha esperaba. Y la cama, con sus placeres más bajos. Observó los ojos abiertos y sinceros de Kara y de repente sintió la necesidad de extender su conversación. –¿De verdad te parecí tan mojigata que reaccionaría mal si hicieras tu papel de manera convincente?

Kara resopló. –Oh no, no voy a tocar eso. No hay una respuesta segura. Todo lo que diré es que besas muy bien y lo dejaré así–. Ella se congeló. –Um, Emma lo hace.

Lena ocultó su sonrisa. ¿Cómo podía ser Kara ingenua en un momento y Lucille en el siguiente? Antes de que pudiera detenerse, Lena se había movido de las escaleras hacia el espacio personal de Kara. Con una sonrisa traviesa, preguntó: –¿Sólo Emma?

Esto era peligroso. ¿Coprotagonistas? Fuera de los límites. No debería estar mirando los labios de Kara. Recordar su sabor era el siguiente paso para la ruina. Y Lena realmente no debería haber dado un paso más, así que solo estaban a un suspiro de diferencia.

El deseo estalló de nuevo, intenso y agudo. Su cuerpo todavía estaba ardiendo por ser molestado por esos labios excitantes. Solo una vez hoy le gustaría saber qué se siente ser besada como ella misma, no como un personaje.

Lena debería poner fin a esto ahora mismo: el balanceo de su cuerpo, la forma en que rastrillaba a Kara con la mirada.

–¿Lee?– La aspereza empapada de deseo en la voz de Kara fue todo lo que hizo falta.

Lena agarró puñados de la chaqueta de jeans de Kara, tirándola hacia adelante y fusionó sus labios. Luego, con la boca y la lengua, febril y desesperada, le mostró a Kara cuánto la había afectado ese día.

Después de un grito ahogado de sorpresa, Kara le devolvió el beso con una urgencia mucho más poderosa que la que había mostrado Lucille.

Dios santo, se ha estado reprimiendo. ¿De qué otras formas? El pensamiento fue como caer por un barranco. Lanzó imágenes eróticas que hicieron temblar a Lena. Presionando a Kara contra el remolque, Lena empujó un muslo entre sus piernas y se inclinó.

Kara soltó un gemido de dolor y se arqueó hacia ella. –Ohhh. Sí.

Cielo.

Las manos de Kara se deslizaron por la caja torácica de Lena, ahuecando sus pechos a través de su ropa. El calor de ellas despertó sus pezones, enviando llamaradas de excitación a través de Lena. Estimulante. Debería llevarse a Kara adentro ahora mismo y sacar esto de una vez por todas. La idea la emocionó. Aunque a este paso tendría suerte de llevar a su coprotagonista a la cama.