–Nada. ¿Por qué? ¿Deberían arder mis orejas?

–Oh, definitivamente. Aparentemente soy valiente. No puede imaginar los horrores de tener que besar a Tierz.

La risa de Lena fue baja y ronca. –Bueno, no me imagino que él sepa lo que hicimos durante la pausa.

Kara sonrió. –Noooo. Creo que su cabeza explotaría–. Ella miró el atuendo de Lena. Oh. Vestuario de Tierz. Cabello en un moño. Bata blanca. Identificación de seguridad con clip en el bolsillo del pecho. A Kara le gustaba Lena con el atuendo completo de Elizabeth Tierz.

–¿Si?– La ceja de Lena se arqueó ante su inspección.

–He decidido que me gusta Tierz.

–¿Tú lo haces?– El escepticismo afiló el tono de Lena.

–Resulta que me gustan las reinas de hielo incomprendidas–. En pantalla y fuera. –Y lo haces muy bien con Tierz.

–Nunca una reina más gélida, supongo. Hasta nuestra escena, eso es.

–Cuando comience la fusión. Sí.

–¿Nerviosa?– Lena preguntó, sus ojos cálidos.

–Tal vez un poco. No ayuda ver a la multitud de hombres comiéndote con los ojos que han aparecido de todos los departamentos para vernos besarnos. Resume bastante nuestro programa: no está exactamente a cargo de Cat sensible. Y simplemente sabemos que sacarán a Meltie por sensacionalismo y tratarán de que parezca escandaloso y sucio.

–No lo permitiremos. Lo haremos como una auténtica historia de amor.

–Sí. Lauren está de acuerdo. Este no es un flirteo divertido para ella. Ella tiene sentimientos reales por la Jefa.

–Y creo que Tierz se preocupa por Melnyk mucho más de lo que quiere. Es difícil para ella, ya que no ha sido vulnerable durante mucho tiempo. Esto no es un juego para Tierz.

–Exactamente.

Lena vaciló. –Hablando de juegos, me pregunto si te gustaría ser incluida como habitual en mis noches de fiesta. Suele ser mensual, pero varía según nuestros horarios.

–¿Todos quieren que los mate en Shakespeare de nuevo?– Kara se rió entre dientes.

–Bien podrías. Y para que no pienses que a un grupo de graduados de teatro de Cambridge les falta mucho originalidad o variedad, también hacemos muchas otras cosas para divertirnos.

–Suena intrigante. Pero, um, ¿no será un poco incómodo? Con Rhea siendo… – Su yo territorial. –…¿Rhea?

Lena examinó sus manos. –No habrá más Rhea. Está fuera de mi vida ahora–. Había dolor en esa declaración, un matiz de arrepentimiento y mucha aceptación.

–¿Qué ha pasado?– Kara preguntó, la preocupación la inundó. –¿Estás bien?

–Llegué a entender quién es Rhea debajo de todo–. Deslizó los ojos hacia el techo. –Ella no me quiere. Solo mi interminable ... agradecimiento.

–Oh, lo siento mucho–. El corazón de Kara se compadeció de ella.

Lena suspiró. –Bueno, es en parte culpa mía. Sam trató de advertirme. A menudo. Siempre me dije a mí misma que Rhea me dio mi carrera en Los Ángeles, que me hizo quien soy. ¿Cómo podría eso no ser algún tipo de afecto? Me hizo sentir especial. Pero fue un medio para lograr un fin para Rhea: mantenerme cerca.

El rostro de Kara se llenó de incertidumbre.

Lena dijo con el ceño fruncido: –Parece que estás tratando de no decir algo.

I'ᴍ ɢᴏɪɴɢ ᴛᴏ ᴋɪss ʏᴏᴜ. I ᴍᴇᴀɴ ɪᴛ!/ SᴜᴘᴇʀCᴏʀᴘ / AUWhere stories live. Discover now