-Déjala, además ella tiene derecho a hacer y tener secretos.

-Es menor que yo. -. Jonh hizo un puchero.

-Y yo mayor que tú, y no te ando monitoreando.

-Bueno.

Athon escuchó las quejas de su hermano y sonrió, además podría volver a descansar. Saldría temprano con su primo para ir a la ciudad más cercana a dejar el cargamento, suponía que Kat los acompañaría.

[***]

Abby mostraba las reglas y protocolos de primer grado a los chicos que estaban haciendo una práctica en la clínica, lo cual era bueno ya que la enfermera y el ayudante de su padre no se daban abasto cuando ella iba hacer los viajes a las ciudades vecinas.

-Alguna pregunta.

El coro de "no" y más de alguno con "no creo que sea tan difícil" se dio por bien servida. No podía confiar al cien por ciento en ellos, pero si podía con sus empleados; estaban calificados para llevar por el camino a esos jóvenes.

-Clínica Stone-White ¿Cuál es su emergencia? Sí, un momento espere. Doctora Abby es de la granja Bee.

-Ya me comunico, gracias. -Abby dejo su pequeña merienda y tomo el teléfono, día largo se dijo. -. Soy la doctora Stone, dígame en que le puedo ayudar.

La llamada termino y Abby alisto su maletín y tomo algunas medidas de presión y algún otro suministro.

-Me voy, estaré en la Granja Bee, cualquier cosa me llaman.

-Te llevaras algún chico-. Maggi le pregunto, estaban tan llenos de casos que incluso Maggi había ido para ayudar.

-No lo creo, ellos aún no están listos. Talvez en unos días.

-Está bien.

***

Isabela tenía que empacar todo en el menor tiempo posible, había dejado una carta que explica todo a Tayson, si bien no podía decir que todo eso era su culpa, le carcomía que tal vez ella fuera una persona sin perdón de su esposo y su familia. Tenía errores, claro, nadie era perfecto, pero mirando a su hijo tan inocente mirarla con esos ojos claros y felices se pregunta si era correcto.

-¿Qué cree que hace? - no era nada raro que esa niña se metiera con ella o algo relacionado con Connor, era más fácil dejarlo con ella e irse, pero Connor era su hijo.

-No eres nadie para decirme que hacer, niña. -tenía que irse pronto, y esa mocosa estaba allí molestando.

-¡Oiga! Primero gracias por el cumplido, pero le digo que no es hora de que lleve al niño a fuera.

Isabela rodó los ojos-. Eres la veterinaria de este lugar, nada más. Ahora déjame a mi hijo y a mí en paz. -tiempo, no tenía tiempo. Tayson llegaría antes de lo previsto si no salía ahora.

-No eres capaz de hacer eso. Según sé no puede salir sola con el pequeño Connor.

¡Qué! Claro que podía era la madre de Connor. Si no era tan devota como todos en esa familia, pero sabía que su hijo estaba bien. - Mira no tengo tu tiempo.

Isabela se dio cuenta cuando Kat escuchó como un auto todo terreno se acercaba a la casa. Ese debía ser su transporte. Su salida y ella no estaba lista. Maldición.

Kat pensó que sería genial que unos de los dueños llegaran para hablar con esa mujer, sinceramente no creía como el Sr. Tayson podía estar casado con ella, esa mujer era horrible. Se acerco a la ventana donde Isabela ya miraba y se mordía el labio. Había una expresión en la cara de la mujer, Kat no iría tan lejos como preocupación real en los ojos de Isabela, pero si sabía que estaba contra tiempo. Lo presentía.

-Mira no cree que...

-Eres una mocosa, que no sabe que es lo mejor para ti. Yo tengo derecho a muchas cosas, niña. Pero tú nunca lo sabrás. - Sabía que debía irse pronto, volvería por su hijo. Ahora era mejor no provocar cosas que no tenía solución. -. Tienes razón, saldré.

Kat sujeto a Connor cuando Isabela se lo dio-. Dale un baño, ahora.

-Claro. Claro. -. Kat dejo atrás las ponzoñas con Isabela, sabia que no ganaba nada con estar peleando y menos dejándole ver sus errores, si bien la había encontrado con varias personas en algunas escenas comprometedoras, jamás, jamás le dijo a nadie no era su historia y sus secretos para contar.

Isabela observo como su hijo iba riéndose de las tonteras que Katherine le decía. Su hijo tan dulce e inocente. La mirada azul claro del bebé le llegó un momento y como si Connor supiera algo se recostó en el hombro de Kat, y su manito le decía adiós.

Oh por Dios, su hijo. Trago saliva y volteó a ver.

Tomo su bolso de mano y la maleta atrás del mueble, era hora de irse, era hora de ser feliz por un tiempo.

Bajo con cuidado para no ser notada y cuando estuvo afuera se encontró con el capataz, este la vio, pero no dijo nada, total no era de su atención.

Recordó cuando por primera vez la veterinaria la encontró con otro.

-¿Dejarías ir al amor de tu vida? o ¿Perdonarías una infidelidad? Kat.

-No y no.

Isabela sonrió-. Yo tampoco. Pero amar a dos personas es posible.

-¿Ama a su esposo entonces?

Era necesario no volver a ver atrás, no quería mirar a Connor y sentir que cometía una locura, pero volvería por su hijo. Si volvería por él.

Una vez que el auto se fue Kat volvió a dejar al bebé en el cuarto miro la ventana que daba a la salida del Rancho y observo que solo una gran nube de polvo era todo lo que dejaba ese auto. También el capataz estaba allí, viendo la salida. Noto que el hombre la miro y no le aparto la mirada, era un secreto de ellos. No debían hablarlo. No deberían haberlo visto y aun así lo hicieron.

-Connor, dejarías que te seleccione la ropa. Se que amas ver prendas, pero creo que mejor algo básico. Pantalones cortos azules y camisa blanca, lo básico siempre ayuda. ¿Eh?

La sonrisa del bebé hizo que Kat se atragantara ¿Cómo demonio podía irse y dejar a su hijo? ¿Cómo dejar a su familia? ¿Cómo dejar a su esposo?

—Tal vez mami vuelva pronto, Connor.

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Pobre bebé Connor!!!

Dos capis el mismo día, espero que les guste.

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La dama y el vaquero ­©- CompletaKde žijí příběhy. Začni objevovat