Prólogo

278 89 130
                                    

Nos miramos fijamente.
Esmeralda contra turquesa.
Una chispa de esparanza en mi mirada, la determinación surcando la suya.
La decisión está tomada. Lo sé y algo me dice que es el fin.

- ¿Y bien? - soy la primera en acabar con este silencio atronador que pita en mis oídos.

No hay respuesta inmediata de su parte, espero pacientemente, sabiendo que el desesperarme sólo complicaría las cosas más de lo que ya lo están.

- No hay nada que se pueda hacer - dice por fin, aunque sabía que eso era lo que diría no deja de doler menos. Un vacío agudo se instala en mi pecho haciéndome estremecer y respirar entrecortadamente.

Respira. Cálmate. Tranquilizate, todo está bien, todo estará bien.

- ¿Es tu última palabra? - para mi sorpresa mi voz sale calmada, sin signo de alguno de estar muriendome por dentro y mi mundo se haya venido abajo.

- Si. - lo observo, él es tan hermoso, tanto que impresiona, me llevo conmigo cada razgo de su rostro, los grabo en mi mente, porque aunque él no lo sepa, esta será la última vez que nos veamos.

¿Cómo fue que terminamos así? Nos amamos y aún así él elige por los dos que tenemos que tomar caminos separados.

Aunque admito que en el camino nos hicimos daño, soy de las que piensa que el amor lo puede todo, es una lástima que él no comparta ese pensamiento conmigo.

- Entonces no hay nada más que yo pueda hacer - sonrío, una de las sonrisas más tristes que le puedo dar al amor de mi vida.

- Nada.

Asiento con la cabeza, sé que no resistiré más, muy pronto empezaré a llorar y dudo mucho que pare pronto.

- Adiós...

- Adiós Sophie.

Sin esperar más, me giro sobre mis talones y mis lágrimas empiezan a salir, tengo un viaje que preparar y a la persona que más amo olvidar.

Adiós amor. Adiós para siempre.

Un amor, cartas y posdatasTahanan ng mga kuwento. Tumuklas ngayon