|𝐋𝐨 𝐪𝐮𝐢𝐞𝐫𝐨 𝐭𝐨𝐝𝐨| 𝐊𝐨𝐨𝐤𝐌𝐢𝐧

제 2 장

~¿Quieres ver mi culito? Estoy seguro que a tu mujer no le importará y a ti te gustará~

~Ten un buen día, corazón 💕😘~

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JungKook escupió el sorbo que le había dado a su jugo luego de revisar su celular que le avisaba de un nuevo mensaje.

- ¡Maldito cerdo! ¡Me escupiste!  -bloqueó su móvil rápidamente sintiendo como sus mejillas se ponían calientes mientras veía culpable como su amigo se limpiaba la cara de las gotas que le habían saltado-.

- Lo siento, hyung.. es solo que... pensé que me había dejado tranquilo  -le dijo sugerente haciendo que el mayor entendiera de qué le estaba hablando-.

- ¿Te envió una foto que estas tan rojo?  -el menor asintió tomando un nuevo sorbo a su bebida al sentir la boca seca-  ¿Por qué no simplemente lo bloqueas?

- No lo voy a hacer, no soy un maldito cobarde que recurriré a la opción mas fácil, él niño se debe aburrir en algún momento.

- Mmm... eso espero, sino te explotará la cara o algo más si te sigue enviando fotos por mucho tiempo mas...

- ¿De qué hablas, hyung? Yo soy heterosexual y estoy casado con una mujer que amo...

- La amas pero.. Kook ¿Desde hace cuanto que no tienen relaciones?

- ¿Eso qué tiene que ver? Jamas hemos sido una pareja que desborde fogosidad, nosotros hacemos el amor, ademas de que sabes que estamos pasando por una mala racha, queremos tener hijos pero mi lobo aun no la acepta así que no deja que la embarace y ella se siente rechazada.

- Bien bien... yo solo preguntaba, no te enojes, estoy seguro que podrán solucionarlo si se aman.

Ambos amigos siguieron comiendo en su restaurante favorito mientras hablaban de trivialidades.

Una vez en la privacidad de su oficina el presidente de Jeon Industries se permitió ver la imagen que su acosador le había enviado, él realmente pensaba que había acabado luego de estar 3 días sin recibir ni un mensaje.

"¡Maldita sea! debí quedarme callado y no enviarle ese mensaje hoy" pensaba el azabache.

Sin darle segundas miradas borró la imagen y los mensajes como ya lo había hecho con las anteriores, solo tenía que aguantar y tener paciencia hasta que el chiquillo se aburriera porque él definitivamente no iba a arrancar como un cobarde dándole a la opción de "Bloqueo".

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En un lujoso departamento dentro de una de las zonas mas exclusivas de la ciudad se encontraba una japonesa de 24 años disfrutando de los besos, las caricias, de las poderosas y salvajes embestidas que recibía de parte de un hombre que en definitiva no era su marido, pero que la hacían sentir la mujer mas deseada del mundo, una mujer llena de fuego que se corría a los pocos minutos de sentir a ese hombre ya sea besando y lamiendo su feminidad o cogiéndola como si fuera una cualquiera, ella amaba sentirse así, pero sabía que solo podía serlo con él, porque con su marido debía ser la señorita, refinada y delicada chica que lo enamoró para vivir como vivía. Porque si había algo que amaba más que el sexo junto a su amante eran los lujos que su marido le daba.

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- Ya deja tu dramatismo, cariño, JiMin ya dijo que no los llamó a ustedes porque tenía poco tiempo y el poco tiempo que tenía lo usaba para llamar a tu mamá y preguntarles por ustedes.