12.- D-1

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Han pasado las horas y Chaewon ya estaba de camino a su primer partido, sentada junto con Yuqi, miraba la ventana.

— Quieres? — Preguntó la chica a su lado, extendiéndole un paquete de frituras.

— Oh, si, gracias. — Sonrió y sacó algunas frituras. — Cuando llegaremos al primer partido?

— Falta una hora nada más, creo que vamos segundos. — Yuqi seguía comiendo. — ¿Estás emocionada?

— Si.. emocionada y nerviosa.

— Está bien, a cualquiera le pasa. — Sonrió. — Mejor duerme un poco, aunque sea.

Chaewon cerró sus ojos lentamente y fue quedándose dormida. Pensaba en la competencia, estaría en diferentes lugares, eso quería decir que estaba cerca de su alma gemela, pero no sabe donde.

- No te vayas.

- No mereces alguien como yo.

- Si te merezco.

- No Chaewon, no mereces a esta basura de persona.

Esas palabras retumbaron en su mente, provocándole un fuerte dolor de cabeza. Su pecho dolía, sentía como le estaban apuñalando. Su respiración se cortaba, todo le dolía.

Se despertó del sueño, con lágrimas en los ojos, nadie lo había notado, pero estaba mejor así, abrió los ojos lentamente y miró por la ventana, al parecer ya habían llegado a su primer destino. Todos estaban arreglando sus bolsos, bajando algunas cosas que yacían en compartimientos del bus y guardando algunos suéteres.

— Vamos Chae. — Le habló Yuqi mientras se levantaba de su asiento, colocándose su bolso en el hombro. La pequeña asintió y también se levantó, tomó sus pertenencias y salió del bus junto a su compañera de equipo.

— Bien, somos los segundos, tenemos tiempo de calentar y estirarnos. — Habló el menor, Hueningkai. Todos siguieron al entrenador hasta un salón y empezaron a estirarse y pre-calentar.

Kim hizo lo que le dijeron, estiraba sus músculos después de haber dejado su bolso en una esquina.

Pensaba en su sueño, muy extraño, ese sueño le llegó a afectar, le dolió todo, ¿porqué? Pensaba que no había que tomarle importancia pero por alguna razón no podía olvidarlo.




Minju seguía su rutina diaria, el día martes, como siempre, se quedaba hasta las 5 en su escuela junto a Jeongin, Mingyu, Eunha y Yuri y hablaban en el pasto del jardín, a veces hacían tarea o solo comían cosas que compraban de la máquina expendedora.

Mañana era el partido del que Eunha había hablado y Jeongin la llevaría. La verdad es que no le importaba mucho de que se tratara, solo quería alejarse de su casa por un momento y no ver a su hermanastro llegar tarde con el pelo despeinado y el cuello lleno de marcas.

Le daba un asco terrible, Han Jisung no podía llegar peor a su hogar. Pasó de ser un buen hermanastro, atento y amable a ser todo lo contrario. Kim Minju ya sabía con quien ha estado pasando los días, Lee Minho.

Era obvio que después de su encuentro en el centro comercial, Minho había estado llamando a Jisung y se habían juntado en parques y plazas, pero después de un tiempo pasaron a irse a la casa de Lee y besuquearse hasta que no hubiera un mañana. Y aunque la pequeña Kim no fuera testigo de eso, lo deducía por como llegaba Han al departamento.

Pensaba mientras resolvía algunos ejercicios de matemáticas. Pensaba en el partido y en alejarse de su hermanastro. Pero el partido hacía que su corazón se acelerara hasta un punto que el aire se le cortaba.

Solo quería irse de la casa de Jisung por un tiempo y no volver hasta que este se diera cuenta lo pésimo que estaba cuidando a Minju.

— En qué tanto piensas Minju-ah? — Preguntó Mingyu.

— Eh, no nada, solo.. estoy un poco cansada del hábito que tiene Han. — Hizo una mueca.

— Oh, está bien pequeña. — Eunha la abrazó. — Algún día iremos a golpear a ese tal Han Jisung. Minju rió.

— Oh, hablando de parejas... — Comentó Yuri. - Ya puedo hablar con mi alma gemela!

— Oh, como se llama? — Preguntó Jeongin, curioso.

— Se llama Yena, me dijo que es de corea pero está en Francia. — Rió. - Ojalá conocerla algún día. — Bajó la cabeza.

— Es difícil conocer a tu alma gemela. — Habló Minju. — Siempre están tan lejos, como si el destino las quisiera separar de todo y nunca poder encontrarse.

— No seas tan negativa Minju-ah. — Dijo Mingyu. — Yo creo que tengo a mi alma gemela aquí. — Eunha rió.

— Bueno.. da igual, nunca la conoceré, no verá el desastre que soy. — Kim rió y los demás la fulminaron con la mirada.

— No te atrevas a decir eso nunca más Kim Minju! — Exclamó Jeongin, con los brazos cruzados.

Bueno, era verdad, muy pocas almas gemelas se han encontrado en la vida real y viven felices para siempre. Y Minju no cree que ella tenga suerte para encontrarla. Tampoco quería hacerlo, era un desastre, no hace falta explicar porqué. De seguro la chica se decepcionaría de ella y la dejara sola. Lo más probable

Todo se estaba acercando, ninguna de las dos sabe que pasaría. Chaewon seguirá en su torneo y Minju asistirá a ese partido, pero ¿porqué sus corazones laten así?


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¿soulmates? - 2kimWhere stories live. Discover now