Little League || Five Hargreeves

𝟢𝟪. 𝖨𝗍 𝗐𝗂𝗅𝗅 𝖻𝖾 𝗈𝗎𝗋 𝗌𝖾𝖼𝗋𝖾𝗍

Será nuestro secreto
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12 de Junio de 2004

Eran las once de la noche y estaba acostada terminando de leer un libre que tome de la biblioteca sinceramente no era uno de los mejores libros que existían pero tampoco eran tan malo, supuse que ya todos estaban durmiendo así que decidí bajar a dejar el libro en su lugar y tal vez comer algo.

Al terminar de leerlo lo cerré y salí de mi habitación para dirigirme a las escaleras, la casa de encontraba en total silencio así que tuve mucho cuidado de no hacer ninguno ruido, al terminar de bajar las escaleras fui hacia la biblioteca y dejé el libro en su lugar para luego ir hacia la cocina para prepararme dos sándwiches, uno con mantequilla de maní y el otro con mermelada de fresa, los coloqué en un plato y me serví un poco de jugo de naranja en un vaso, al terminar guardé todo en su lugar y tomé las dos cosas para dirigirme hacia la escalera para volver a mi habitación.

Solo que mi plan no salió como esperaba, al pasar por las puestas de las habitaciones de mis hermanos sentí un ruido que provenía de una habitación en específico, la habitación de Diego.

Deje de caminar para escuchar y parecía que estaba llorando? Deje el plato y el vaso en el piso para tocar su puesta suavemente.

—Diego —digo algo bajo cerca de la puerta— Se que es una pregunta tonta pero, estas bien?

—Veté a tu habitación Ocho —escucho que dice luego de unos segundos, suspiro antes de volver a hablar.

—No voy a dejarte solo Diego, puedo pasar? —digo un poco más alto— Tengo sándwiches.

Escucho unos pasos dirigirse a la puerta, por lo que me separo de esta y me agacho para tomar el plato y el vaso nuevamente, casi cuando termine de pararme completamente la puerta se abre dejando ver a un Diego con ojos rojos y algo hinchados pero con una cara seria.

—Te dije que te vayas —me dice mirándome serio.

—Y yo te dije que no lo voy a hacer, muévete quieres? —al ver que no lo hace paso por un pequeño lugar qué hay entre su brazo y el marco de la puerta entrando a su habitación.

El chico suspira para luego cerrar la puesta mientras que yo dejo las cosas sobre si escritorio y me siento en su cama.

—Son de ma...

—Mantequilla de maní y mermelada de fresa lo sé —dice interrumpiéndome.

—Si —digo por lo bajo.

—Me vas a decir que ocurre o tendré que adivinar? —pregunto luego de un rato y veo cómo sus ojos se cristalizan un poco para luego ver cómo mira al piso— Diego —digo suavemente acercándome a él.

—No, n-no quiero que me v-veas así —dice cubriendo su rostro mientras se aleja un poco.

—Oye no tiene nada de malo estar triste —digo rápidamente acercándome a él y tomando el brazo con el cual se tapaba su rostro.

—Los súper héroes no lloran —dice mirando al piso.

Pongo mi mano sobre su hombro y esa acción provoca que me mire, rápidamente lo abrazo por el cuello, él demora un par de segundos en corresponderme y en el momento en el que lo hace comienza a llorar sobre mi hombro, bajo mi mano un poco hacia su espalda y la acaricio por arriba de su pijama.

—Claro que lo hacen y esta bien que lo hagan, no pueden contener todo lo malo dentro, eso los mataría no crees? —digo algo bajo y con algo de gracia haciendo que ría un poco.

Luego de unos minutos nos separamos del abrazo.

—É-Él me odia Ela —dice con ojos tristes pero con su cara seria, sabía a quien se refería y seamos honestos quien no?

—Claro que no, él es así con todos, y en todo caso nos odia a todos —digo riendo un poco— Solo no le des importancia a lo que diga se que es difícil pero debes intentarlo, y escucha bien porque no lo volveré a repetir —digo tomando sus hombros— Que importa lo que ese viejo demente piense? Tu sabes de todo lo que eres capaz y yo también lo sé y eres increíble Diego, no dejes que el viejo te haga pensar otra cosa y si te sirve de algo yo creo que eres asombroso, eres el mejor superhéroe que puede existirá —veo cómo sonríe un poco— Bueno no mejor que yo pero me entiendes —digo levantando los hombros mientras suelto los suyos.

—Cállate —dice riendo.

—Sabes que lo soy —digo con una sonrisa.

—Ya quisieras ser mejor que yo —dice cruzándose de brazos.

—Presumido —digo rodando los ojos y haciéndolo reír.

—Bueno supongo que tengo que decirte que gracias por todo esto —dice haciendo señas raras con sus manos a lo que rio.

—No hay de que sabes que siempre te ayudaré hermano —digo sonriendo un poco— Solo recuérdalo esta bien?

—Claro tonta —dice riendo.

—Bien ahora come eso y toma el jugo, no quiero que mueras aún —digo para dirigirme hacia la puerta.

—Creí que eran para ti —dice confuso.

—Si pero tu lo necesitas más que yo —digo viéndolo— Descansa torpe.

—Tu también odiosa —dice revolviendo mi cabello.

—Te odio —digo mientras abro la puerta para salir de su habitación para ir a la mía.

—Ni una palabra de esto —dice algo bajo mientras que yo camino a mi habitación— A nadie —dice señalándome con un cuchillo mientras come un sándwich.

—Sabes que no puedes asustarme con un cuchillo cierto? —digo riendo a lo que él solo me mira cerrando un poco sus ojos— Bien ni una palabra, será nuestro secreto lo prometo —le digo levantando mis manos para luego darme vuelta para volver a caminar.

—Y Ela —escucho que habla así que volteó otra vez.

—Si?

—Gracias y tu también puedes contar conmigo para lo que sea —dice con media sonrisa.

—Lo sé —digo sonriendo para luego voltear nuevamente comenzando a caminar hacia mi  habitación para poder dormir.