Elle me donne rendez-vous

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―Chiyo-chan, ¿te gustaría tener una cita con Tamao-chan?

La pequeña peliazul abrió los ojos y la boca con sorpresa; no esperaba que Nagisa le sugiriera algo así.

―Eh..., Nagisa-oneesama... ¿es en serio?

―Muy en serio. Creo que tienes todo lo necesario para estar con Tamao-chan: eres bonita, tranquila, dulce, amas los libros... Piénsalo, podrían formar una pareja muy linda.

―Este..., Nagisa-oneesama...

Era verdad que a Chiyo le agradaba Tamao y se llevaba bien con ella. Sin embargo, si le dieran a elegir, habría elegido como su pareja ideal a su senpai pelirroja. Si no fuera porque esta ya tenía a Shizuma, intentaría algo con ella sin dudarlo.

―... Agradezco la confianza en mí, pero... creo que tienes una opinión equivocada. Yo no soy la persona que Tamao-sama merece... No creo ser digna de ninguna chica.

Nagisa se sintió un poco desanimada al escuchar a Chiyo hablar así. Esperaba que su kouhai pensara en la posibilidad al menos, pero ni siquiera eso.

―Chiyo-chan...

―Todavía puedo ayudarte con tu misión, pero... no, yo no soy la adecuada.

Aunque decepcionada, Nagisa aceptó la negativa.

―Está bien. Yo solo pensé en ti porque vi que ella y tú podrían congeniar, pero si no quieres, no te obligaré.

No le quedaba más alternativa a la pelirroja que buscar a otra candidata.

(...)

Esa noche, Chiyo tuvo un momento para reflexionar sobre su situación. La verdad era que, al igual que Tamao, era una "viuda de Nagisa". Sin embargo, sus sentimientos por ella no fueron tan fuertes como para causarle un corazón roto. Aun así, y aunque apoyaba la relación entre la pelirroja y Shizuma, le habría gustado ser ella la dueña de los suspiros de la primera.

«No lo sé... Quizás... Quizás deba darle una oportunidad a Tamao-sama. Sigo creyendo que no soy la mejor opción y que ella es mucho mejor que yo, pero... tal vez sí pueda surgir algo entre nosotros. Ella me agrada, yo le agrado... No lo sé...».

A Chiyo le costó quedarse dormida, pero llegó a una conclusión: quería ayudar a sus apreciadas senpai así como ellas lo hicieron cuando llegó a la colina, y con un poco de suerte, podría encontrar el amor también.

(...)

Nagisa y Tamao caminaban por los pasillos de Miator en dirección a su salón.

―Tamao-chan, no era necesario que me despertaras tan repentinamente ―dijo la pelirroja bostezando.

―No pude evitarlo. Aunque adoro ver la cara de Nagisa-chan mientras duerme, no es bueno retrasarse.

Tamao podía estar en un proceso de desenamorarse de Nagisa, pero eso no significaba que no la admiraría o que le dejaría de hablar como antes.

―... Bueno, eso es cierto.

En su trayecto, las chicas se toparon con la pequeña Chiyo.

―Buenos días, Chiyo-chan.

―Buenos días, Nagisa-oneesama y Tamao-sama.

Antes de que las mayores hablaran de nuevo, la de segundo año decidió hacer acopio de valor y dijo:

―Eh, Tamao-sama... ¿te gustaría tener una cita conmigo? Digo, si no te molesta.

La aludida se sorprendió de escuchar a su kouhai pedirle una cita, pero la más sorprendida era Nagisa, quien no esperaba el repentino cambio de opinión de Chiyo.

Una novia para TamaoWhere stories live. Discover now