Para este entonces, Chanyeol iría al primer día en la universidad del país, reconocida a nivel mundial como una de las mejores por sus campus y excelencia académica, tras regresar de unas mini vacaciones de primavera. Con bastantes alarmas con dos minutos de diferencia pudo levantarse para ducharse, desayunar y salir corriendo a tomar el bus que lo llevaría a su universidad. En el camino a su lugar de estudio se encontró con Kim Jongin, el alfa más inteligente de cuando iba al colegio, quien había entrado a la universidad tres años antes de lo normal en el país, Jongin le saludó con amabilidad y respeto, algo que por parte de Chanyeol le respondió con cálidas palabras que le salieron a la fuerza. Si, en parte le caía mal, ya que ese hombre tenía la manía de decir que todo era posible con esfuerzo y propósito, claro que lo decía ese tipo que jamás había pasado por algo trágico en su vida. Pero no, de nada servía maldecir a gente como Jongin que al fin y al cabo la vida de Chanyeol seguiría siendo la misma aunque le diera una paliza por usar estúpidas frases clichés. Para su suerte el día pasó rápido. Por increíble que sonase para un estudiante cualquiera, las quince materias de Chanyeol volaron a la velocidad de un rápido parpadeo. Entonces, el sol de la mañana, mediodía, tarde y luego la luna de la noche terminó por acompañar a todos los estudiantes de la universidad que se dirigían a sus hogares o departamentos que ofrecía la universidad a los becados o gente con más dinero.

Y así, si. Así eran los días tras días del ahora Chanyeol. Día tras día era la misma rutina, las mismas alarmas, los mismos irritantes encuentros en el bus con Jongin, y la misma rapidez de las horas en la universidad. Nada tenía el mismo brillo porque sus días eran grises y él no tenía un pincel para cambiarle el color a algunas cosas o personas. Podría decirse que había una excepción con el fin de semana, los días adonde iba a visitar a sus abuelos maternos, pero de allí en más nada era irrelevante como para agregar.

💮🐈💮

—Debes comer más. Estas muy flaco.

Esa era la voz quejosa de su abuela alfa, su amable abuela que cocinaba abundantemente para que nadie quedara con hambre.

—Ya otra vez con la misma frase. El lolo va a comer cuando tenga hambre. Debe estar cuidando su peso para la novia.

Chanyeol, quien tomaba una taza de té verde, tosió sonoramente cuando escuchó la palabra "novia" de la boca de su abuelo, no porque le molestara sino porque nunca se había hablado ese tema en aquella casa en el campo de mucha humildad.

—¡Que lo asustas!. —reclamó la abuela dando una suave palmada en la espalda de su marido beta.

Chanyeol continuaba tosiendo, y no fue hasta que su abuelo le levantó los brazos que pudo reincorporarse decentemente.

—Discúlpenme.

Los abuelos asintieron con sus cabezas y sus labios apretados, incómodos por el tremendo show que su único nieto se había mandado por sólo mencionar la palabra "novia". El abuelo fue el que retomó su hablar con el fin de insinuar y a la vez insistir a su nieto con la idea de darle bisnietos.

—Yo a tu edad ya estaba casado, Chanyeol-ah. No te lo digo como anécdota, te lo digo como orden. —mencionó el hombre mayor con una ceja alzada, algo enfadado que habían pasado tantos años y su nieto continuaba como un solterón. 

El nieto rodó sus ojos mientras que continuaba comiendo su desayuno, pan con palta y té. Ya estaba lo bastante concentrado en sus estudios como para discutir un tema muy futuro. Tenía su vista impregnada en su desayuno, veía de reojo a sus abuelos gracias a que estaba sentado en medio de ellos, su asiento habitual, esta vez estaba claro que no podía mirar a los ojos a su abuelo cuando le incomodaba el tema por ser bastante tímido.

Gato Encantador | OMEGAVERSE | • G A B R I •Donde viven las historias. Descúbrelo ahora