9. Hablemos.

165 10 5
                                    

Los días pasaron, cada minuto era una eternidad, no había salido de mi cuarto por lo que parecían meses, mi apetito era nulo.

¿Que estaba exagerando?

Probablemente tengas razón, pero realmente me dolió lo que hicieron, yo sí creí en ellos.

Mi teléfono no dejaba sonar desde entonces con miles de llamadas y mensajes de todos los chicos, y mi puerta, Stephan intentó hablar conmigo cada día pero nunca le abrí.

—¿Hoy tampoco piensas salir? —,preguntó Camille entrando a mi habitación por la ventana, seguida por Gaby.

—¿Hoy tampoco piensan entrar por la puerta como gente normal? —,hablé sin ganas.

—Daisy, no somos tontas sabemos que no nos abrirías la puerta —,la voz de Gaby tenía una pizca de humor al decir eso.

—¿Que hacen aquí? —,me cubrí con mi cobija y me coloqué boca abajo.

—Day, no aguantamos verte así; ha pasado una semana y no haz salido de esta habitación, ni siquiera te haz asomado a la ventana...

—Y no pienso hacerlo, Camille.

—Esta bien, no lo hagas; pero mínimo ya báñate —,fulmino a mi prima y ella ríe.

—¡Para que? ¿Para que la ducha apueste con el jabón por mi?

Ellas intentaron no reirse y no lo lograron —Eso ya es paranoia, báñate de una vez.

...

—No tienes idea de como te odio —,Gaby rió.

—No es mi culpa que no quisieras bañarte...

—¿No te bastó con obligarme? ¿Por que sacarme del departamento con pijama y con mi manta fue lo mejor que se te ocurrió? —,refunfuñé mientras caminaba al lado de mi prima arrastrando mis pantuflas a cada paso que daba.

—¿Que querías que hiciera? No soltabas la manta, por cierto, una pijama de panda con pantuflas de unicornio no combinan —,dijo para empezar a acelerar el paso.

Ella me arrastraba sin piedad por la ciudad  mientras yo me aferraba a mi manta de stich, parecía una niña haciendo berrinche  pero enserio no tenía ganas de hacer nada.

—Llegamos —,soltó mi mano causando que casi cayera de espalda ya que yo estaba haciendo fuerza hacia atras.

—¿En donde estamos? —,pregunté al no reconocer el lugar.

—Es un lugar donde la gente no podrá reconocerte... —,la miré con esperanzas y ella empezó a reirse,—Ok no, estamos en una discoteca.

—¿Estamos?  Me suena a manada, yo ya me voy —,tomé con fuerza mi manta y arrastré mis pantuflas hasta la salida.

O al menos lo intente, hasta qur choqué con algo, o mas bien alguien; caí al suelo y mi manta cayó sobe mi, al retirarla de mi cara ví a la persona con la que había chocado.

—¿Daisy? —,Jayson me miraba confundido con una mezcla de diversión y preocupación en sus ojos mientras me ayudaba a ponerme de pie.

—...número equivocado —,pasé a su lado y él me detuvo.

No sabía que decir, era una situación ridícula, sin contar que mi cabello era un desastre.

—Daisy, estas bien hace tiempo que no te veo —,yo solo sonreí sin decir nada y volteé a los lados.

Ya no había ni rastro de Gaby, a la persona que si ví era a Noah, y honestamente no tenía ganas de hablarle.

En un rápido movimiento me solté del agarre de Jayson y salí de ese lugar, me dirigí a mi departamento sin ver a los lados y al llegar al frente de la puerta noté algo... 

Atrápame Si Puedes. √  Where stories live. Discover now